La oposición venezolana pidió mantener las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro durante y después de la votación el domingo de la Asamblea Constituyente impulsada por el mandatario.
'Esta lucha comenzó antes de la Constituyente y no se puede frenar por la Constituyente. Es por elecciones, la libertad de los presos políticos, el cambio. Después del lunes, viene la profundización de esta crisis', afirmó el diputado opositor Freddy Guevara.
En rueda de prensa de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el líder opositor Henrique Capriles coincidió en que luego del domingo deben mantenerse las protestas porque el objetivo es 'el cambio de gobierno'.
'Esta lucha sigue y solo será posible alcanzar el objetivo si los venezolanos lo queremos, si no nos dejamos desanimar', dijo.
Los opositores aseguraron que mantendrán un bloqueo de calles en todo el país hasta el mediodía de este sábado y que el domingo, cuando se elegirán los asambleístas que redactarán una nueva Constitución, tomarán las principales vías de Venezuela para demostrar la 'ilegitimidad' del proceso.
Aseguran no temer a la prohibición del gobierno de realizar movilizaciones que afecten los comicios y su amenaza de cárcel hasta por 10 años a quienes los obstaculicen.
'Maduro, te pusiste la soga al cuello, te jugaste la última carta, el que te lo recomendó, te está empujando al barranco', afirmó Capriles.
La oposición no participará en la elección por considerarla un 'fraude' para perpetuar al mandatario en el poder.
Maduro reiteró el viernes que no dará marcha atrás a la Constituyente.
'Nos queda jugarnos una carta, la carta que va a ganar este juego, y esa carta es la Asamblea Nacional Constituyente', manifestó el mandatario, quien asegura que la iniciativa traerá paz y estabilidad económica al país.
'Mejor prepararse'
El Consejo Nacional Electoral (CNE) flexibilizó los requisitos de votación, permitiendo a los electores sufragar en cualquier centro de su municipio, ante 'amenazas' de la oposición.
'Estamos esperando que los violentos se queden con las ganas y triunfe la paz', expresó la presidenta del CNE, Tibisay Lucena.
La tensión crece en medio de las protestas opositoras a un día de la elección de la Constituyente, en un país inmerso en una severa crisis económica, con escasez de alimentos y medicinas y una alta inflación.
Luego de que Estados Unidos pidiera a sus diplomáticos sacar a sus familias de Venezuela y de que Canadá recomendara a sus ciudadanos salir de país, los venezolanos, alarmados, se han abastecido de alimentos.
'Compré comida para estos días. Estados Unidos pidió sacar a su gente, mi jefe se fue y no sabemos cuándo vuelve. Mejor prepararse', dijo a la AFP Maximiliano, de 34 años.
El bloqueo de calles que convocó la oposición el viernes dejó el saldo de un joven de 18 años fallecido al recibir un disparo en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira.
En Caracas, Maracaibo, San Cristóbal y Guayana hubo enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de los cuerpos de seguridad.
La cifra de muertos en cuatro meses de protestas contra Maduro y su Constituyente se mantiene en 113, porque el Ministerio Público sacó de su lista a una persona que había incluido entre las víctimas.
El viernes fue apresado el alcalde opositor del municipio Iribarren (estado Lara), Alfredo Ramos, por supuestamente no remover las barricadas durante las manifestaciones, como ordenó el máximo tribunal, acusado de servir al gobierno.
Más sanciones
Maduro ha desestimado la presión internacional contra la Constituyente. El miércoles pasado, el gobierno estadounidense de Donald Trump sancionó a 13 funcionarios y militares venezolanos, entre ellos a Lucena, acusándolos de 'minar la democracia', de actos de violencia o corrupción.
En una llamada telefónica, el vicepresidente estadounidense Mike Pence reiteró el viernes al líder opositor Leopoldo López, bajo arresto domiciliario, que si Maduro impone la Constituyente, su país responderá con más sanciones económicas.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció que su país no reconocerá la Constituyente que, según la encuestadora Datanálisis, es rechazada por 72% de los venezolanos.
Maduro ha pedido a Trump y a Santos 'sacar sus narices' de Venezuela y acusa a la oposición de intentar un golpe de Estado con apoyo de Washington. Además, tilda de sumisos a gobiernos de Latinoamérica y Europa que también rechazan la Constituyente.
Según analistas, el rechazo a la Constituyente afecta su legitimidad, por lo que el gobierno moviliza a sus bases buscando evitar la abstención, tras los 7,6 millones de votos que la oposición asegura logró en el plebiscito simbólico que hizo hace dos semanas contra esa iniciativa.
Pero debido al método de elección, que combina sufragio por territorios y sectores sociales, 62% de los 19,8 millones de electores podrá votar dos veces, lo que dificulta el cálculo de participación, según el experto electoral Eugenio Martínez.