La crisis venezolana acaparó los debates en la cumbre del Mercosur en Mendoza (Argentina), que cerrará viernes con una declaración en la que instará al gobierno del presidente Nicolás Maduro a abrir un diálogo con la oposición o atenerse a la suspensión permanente del bloque.
'Reiteramos nuestro llamado a la paz, a la libertad de los presos políticos y a la pronta adopción de un calendario electoral en Venezuela, y reiteramos nuestra disposición a establecer en consulta con el gobierno y la oposición un grupo de contacto para mediar en un proceso de diálogo', dijo el presidente argentino Mauricio Macri al instalar este viernes la cumbre.
Horas antes, el presidente de Brasil, Michel Temer, había manifestado 'una gran preocupación por el pueblo venezolano' y aseguro que 'vamos a continuar trabajando en la redemocratización del Estado venezolano'.
El canciller argentino, Jorge Faurie, adelantó el jueves el tenor de la declaración: si el gobierno de Nicolás Maduro no desiste de realizar la Asamblea Constituyente y no dialoga con la oposición, el Mercosur suspenderá de forma permanente a Venezuela de todos los órganos.
Venezuela está suspendida del Mercosur desde diciembre por incumplir obligaciones comerciales con las que se comprometió cuando se incorporó en 2012.
La elección de la Asamblea Constituyente, que la oposición venezolana rechaza por considerarla un fraude para mantener a Maduro en el poder, está prevista para el 30 de julio.
En un comunicado de la cancillería, Caracas calificó la cumbre de Mendoza de 'ilegal' y consideró 'alarmante el permanente uso temerario del mecanismo de integración al servicio de una política de hostigamiento al gobierno y al pueblo de Venezuela'.
Confianza en Brasil
En esta cumbre, Temer recibirá la presidencia del bloque en momentos en que está en juego su destino político, enfrentado a acusaciones de corrupción que podrían llevarlo a un juicio y eventualmente a la destitución.
No obstante, la crisis política en el mayor socio del Mercosur apenas se mencionó. 'Brasil está experimentando un proceso de recuperación económica', destacó el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne.
Agregó que el resto de países del bloque también confían en su recuperación económica y en los 'mecanismos institucionales' de Brasil.
En el orden económico, la cumbre puso el acento en la urgencia de abrirse a asociaciones con terceros.
'La participación del Mercosur debe aumentar significativamente y no lo lograremos si no negociamos acuerdos internacionales con decisión y pragmatismo, integrándonos inteligentemente en los flujos mundiales de comercio e inversiones', dijo Horacio Reyser, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de Argentina.
El acuerdo de libre comercio Mercosur-Unión Europea estuvo también en el tapete. Dujovne dio casi como un hecho que antes de fin de año se concretará el compromiso de crear este espacio de libre comercio de 760 millones de personas tras 17 años de negociaciones.
'Si hay razonabilidad y se respetan ciertas asimetrías', lo cual está siendo el caso, se firmará, agregó Reyser.
La intención es cerrar este 'acuerdo político' con los temas más conflictivos acordados, si bien todavía no se ha negociado el más espinoso: la oferta europea para las exportaciones sudamericanas de carne bovina y etanol, que podría llegar en octubre.