El controvertido CEO (presidente ejecutivo) de Uber, Travis Kalanick, anunció este martes que tomará una licencia sabática, en un primer paso para el gigante del transporte que encara reformas y medidas para mejorar su imagen.
'Necesito descansar' debido a 'los recientes acontecimientos', escribió el martes Kalanick, refiriéndose a la muerte accidental de su madre el mes pasado, en un correo electrónico para los empleados de Uber enviado a la AFP, sin especificar la duración de la licencia.
Esta marginación favorece indirectamente al bufete de abogados encargado de investigar la mala reputación del grupo, y cuyas recomendaciones -aprobadas por la empresa- también fueron publicadas el martes.
De acuerdo con este documento de 13 páginas, Uber debe 'reconsiderar' las responsabilidades de Travis Kalanick, especialmente las que podrían ser 'compartidas' o 'confiadas a otros'.
En el interín, no especifica por cuánto tiempo, Kalanick igual estará 'disponible' para tomar decisiones importantes, según dice en su correo electrónico, añadiendo que quiere 'reflexionar', trabajar en sí mismo y concentrarse 'en la construcción de un liderazgo de clase mundial'.
'Al final, si miramos cuándo y cómo llegamos allí, la responsabilidad recae en mí. Es evidente que hay muchas cosas para estar orgullosos pero también hay mucho que mejorar', escribió el CEO.
Sexismo
El grupo enfrenta despidos y renuncias en serie en los últimos meses, principalmente por delitos de acoso y sexismo, pero también por supuesto robo de tecnología.
El último escándalo tuvo lugar este mismo martes cuando en una reunión de la junta directiva uno de sus miembros, David Bonderman, realizó un chiste sexista.
Según relata The Washington Post, mientras Arianna Huffington, quien también forma parte de la junta directiva, se felicitaba por la contratación de otra mujer (Wan Ling Martello, quien viene de Nestlé), Bonderman dijo que su llegada al directorio probablemente provocaría sería más cháchara.
Este episodio llega en el peor momento para Uber, y le acarreó montones de críticas en las redes sociales.
Se acusa a Kalanick, así como su brazo derecho Emil Michael, quien renunció el lunes, de haber alentado personalmente prácticas brutales dentro de la empresa.
Después de la renuncia de una ingeniera que afirmó haber sido objeto de acoso sexual, el grupo contrató en febrero un bufete de abogados para examinar los problemas relacionados con el 'ambiente de trabajo' y 'más en general sobre la diversidad y la inclusión (social) en Uber'.
Los abogados recomiendan reconstruir un equipo de dirección y en particular encontrar un verdadero número dos. También proponen fortalecer los medios para rastrear posibles problemas en la cadena de mando, incluyendo el fortalecimiento del departamento de recursos humanos, o dando más poder y visibilidad al responsable de los temas de diversidad.
Uber también tendrá que explicar a sus empleados que ciertos comportamientos inadecuados están 'prohibidos, incluso si no son ilegales', en concordancia con el principio de 'tolerancia 0' en la materia.
Los abogados explican en especial que 'si los empleados mantienen una conexión', no deben estar en una relación jerárquica.
El grupo se comprometió en un comunicado a 'poner en práctica las recomendaciones', que permitirán 'promover la equidad y la responsabilidad de establecer prácticas que impidan la repetición de los errores del pasado'.