A Gavel, un perro pastor alemán, lo prepararon durante un año para que hiciera parte de la seguridad de la Policía de Queensland, Australia.
Así lo presentaron en el 2016, cuando el gobernador Paul Jersey explicó que el cachorro de ese entonces tendría entrenadores especiales para que cumpliera su misión.
Fue entonces cuando el animal, de escasos tres meses de nacido, fue llevado a la Academia de Servicio Policial de la ciudad. Sin embargo, una imagen subida a la página de Faceboook del gobernador reflejaba que Gavel no estaba muy entusiasmado con la idea.
En la foto se observaba a Gavel luciendo su chaleco de policía, pero con la mirada triste.
La misión para la que estaba 'destinado a volverse un activo del Estado y de la comunidad' parecía no cuadrarle al cachorro.