La justicia de Taiwán tomó este miércoles una decisión histórica sobre el matrimonio homosexual, que debería permitir a la isla convertirse en el primer territorio asiático en legalizar las uniones entre personas del mismo sexo.
Centenares de personas se reunieron eufóricamente en Taipei para celebrar la decisión de la Corte Constitucional, que consideró que la disposición del código civil según la cual una unión matrimonial solo puede contraerse entre un hombre y una mujer, 'viola' los principios de la Constitución que garantizan la libertad matrimonial y la igualdad entre ciudadanos.
El tribunal da dos años al gobierno para aplicar esta decisión.
Si el parlamento no efectúa el cambio en dos años, la corte aseguró que las parejas del mismo sexo podrían inscribirse para casarse de todas formas, basándose en su interpretación.
'Las disposiciones actuales sobre el matrimonio no permiten que dos personas del mismo sexo creen una unión permanente de naturaleza íntima y exclusiva con el entregado propósito de llevar una vida juntos. Esto es obviamente un grave defecto legislativo', dijo un comunicado de la corte.
La isla nacionalista, separada políticamente de China desde 1949, figura entre las sociedades más progresistas de la región con respecto a los derechos de los homosexuales.
Desde la llegada al poder en mayo de 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, que defendió abiertamente las uniones gay, esta causa se ha visto favorecida.
Proteger la ‘dignidad’
En el Parlamento, un proyecto de ley que enmienda el código civil franqueó en 2016 el primer obstáculo al pasar la primera lectura con un voto favorable.
Sin embargo, la isla cuenta también con sectores muy conservadores que organizan masivas manifestaciones hostiles a cualquier evolución legislativa sobre este tema.
No obstante, la corte dictaminó que la decisión de permitir el matrimonio homosexual contribuirá a la estabilidad social y a proteger la 'dignidad humana'.
Centenares de defensores del matrimonio homosexual se reunieron a las afueras del Parlamento y gritaron de júbilo cuando se anunció la decisión, algunos incluso rompieron a llorar.
Los militantes por el matrimonio gay declararon a los manifestantes que ahora debían asegurarse de que el gobierno pusiera en marcha la sentencia.
'Espero que la ley sea votada antes de finales de año', declaró Bubu Chen, que en 2013 celebró una ceremonia matrimonial no reconocida con su compañero sentimental.
Algunos temen las maniobras dilatorias por parte de los adversarios en el Parlamento.
En el exterior del ministerio de Justicia, los manifestantes contrarios al matrimonio homosexual también se hicieron oír cuando gritaban 'justicia injusta' o incluso 'pecadores'.
‘Herencia ancestral’
Del panel de 14 jueces, era necesaria una mayoría de 10 para que prosperara la iniciativa.
Después de los apasionados debates, que sacaron a la luz las profundas divisiones de la sociedad sobre este tema, los jueces tuvieron que pronunciarse sobre dos recursos.
Tras una lucha de 30 años para defender sus derechos, Chi Cia-wei, de 59 años, es uno de los demandantes ante la corte.
En el centro del debate figura la disposición del código civil por la que el matrimonio solo puede unir a un hombre y una mujer. Los abogados defensores defienden la idea de que este artículo es contrario a los principios de de la Constitución que garantiza la igualdad.
Otro de los demandantes es la municipalidad de Taipéi, que rechaza regularmente los pedidos de bodas entre personas del mismo sexo y busca obtener clarificaciones.
'Los conflictos en las familias aumentarán y la definición del matrimonio cambiará por completo', comentó antes de la decisión Andrew Chang, portavoz de la Alianza de Grupos Religiosos por el Amor de la Familia en Taiwán.
'La herencia ancestral y la estructura de la familia se verán perturbadas', añadió.
Esta sentencia resonará en toda Asia, donde las llamadas a la igualdad de derechos están cada vez más presentes en la región, en particular en Corea del Sur y Japón.