La policía británica tiene 'muy claro' que investiga una 'red' terrorista vinculada al autor del atentado de Mánchester del pasado lunes, dijo ayer el jefe del cuerpo policial del área metropolitana de esa ciudad, Ian Hopkins.
En una breve comparecencia ante los medios de comunicación, este alto mando confirmó además que entre las 22 víctimas mortales del ataque figura una agente policial.
El gobierno de la primera ministra, Theresa May, ha elevado la alerta de seguridad al máximo en una escala de cinco, un nivel 'crítico' que solo se había activado antes durante cuatro días -tres en agosto de 2006 y uno en junio de 2007- y que responde a la posibilidad de un ataque 'inminente'.
La policía británica trabaja con la principal hipótesis de que Abedi, un joven estudiante nacido en Inglaterra que había regresado de un viaje a Libia en los últimos días, no actuó como un lobo solitario, sino que otras personas le ayudaron a hacer estallar un artefacto casero a la salida de un concierto de Ariana Grande.
Abedi había estado en el radar de los servicios de seguridad y, según confirmaron las autoridades francesas, se radicalizó probablemente en Siria y tenía vínculos demostrados con el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que ha reivindicado el atentado a través de internet.
Uno de los hermanos del joven, Ismail, de 23 años, fue arrestado el martes por la mañana en un suburbio al sur de Mánchester, mientras que esta mañana se produjeron nuevos registros en Mánchester y otras tres detenciones.
Por la tarde, fue detenido un quinto sospechoso en relación con el ataque en una calle de Wigan, a unos treinta kilómetros al oeste de Mánchester.
Fuentes de seguridad libias han informado además de la detención en Trípoli anoche de Hashim al Abidi, otro de los hermanos del terrorista suicida.
Ante la amenaza de que se produzca un nuevo atentado, soldados de las Fuerzas Armadas han comenzado a vigilar lugares emblemáticos como el palacio de Buckingham, el Parlamento británico y el acceso a Downing Street, donde se ubica el despacho oficial de la primera ministra.
May ha ordenado el despliegue inmediato de 984 soldados, aunque hasta 3.800 efectivos están listos para colaborar con la policía en operaciones de seguridad.