La policía maliense detuvo ayer a dos personas sospechosas de haber participado o colaborado en el secuestro de la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez Argoti, capturada el martes por desconocidos en una parroquia de Karangasso, en el suroeste de Mali.
Fuentes policiales malienses, que confirmaron las detenciones, dijeron a Efe que se inclinan por la autoría yihadista, aunque en esta región del suroeste los grupos yihadistas no son muy activos.
Narváez, de la congregación de las Hermanas Franciscanas, fue secuestrada por hombres armados no identificados en la parroquia católica de Karangasso, donde desde hace años trabaja en tareas de asistencia y formación de habitantes rurales.
La monja tiene 56 años de edad, nació en Pasto, capital del departamento de Nariño y lleva más de 25 años trabajando con su comunidad religiosa, según Caracol Radio.
Narváez comparte residencia con otras tres monjas colombianas en Karangasso, que al parecer no sufrieron ningún daño durante el secuestro.
La religiosa fue obligada a subir en un vehículo de la parroquia para la que trabajaba, explicó un concejal de Karangasso.
'Hay cuatro [religiosas franciscanas] en Karangasso', explicó. 'Solo la secuestraron a ella', añadió una fuente de la iglesia del pueblo.
Al carecer Colombia de representación diplomática en Mali, es la embajada en Ghana la que se ha hecho cargo del caso y se ha coordinado con las autoridades malienses para lograr la pronta liberación de la religiosa.
Las Fuerzas Armadas Malienses enviaron refuerzos desde Bamako, la capital del país para colaborar en la búsqueda de la religiosa, que se presume fue conducida a los bosques de la frontera con Costa de Marfil.
Hasta el momento, ninguna organización se ha atribuido el secuestro.