Ivanka Trump, una de las hijas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tiene previsto mudarse junto a su marido, Jared Kushner, y sus tres hijos de Nueva York a Washington cuando su padre llegue a la Casa Blanca en enero.
El matrimonio busca casa en la capital estadounidense, de acuerdo con CNN, en un gesto que anticipa el rol que desempeñará Kushner, hombre de confianza del presidente electo, como asesor en la nueva Administración.
Kushner, de hecho, ya acompañó a Trump en la visita que el magnate hizo a la Casa Blanca invitado por el todavía presidente, Barack Obama, y aprovechó la ocasión para conversar con el jefe de Gabinete, Denis McDonough.
El interrogante es el papel de Ivanka, a la que el presidente electo pretende ceder el control de los negocios familiares para gestionarlos con sus hermanos Donald Junior y Eric.
Los tres hermanos, así como Kushner, estuvieron muy implicados en la campaña presidencial de su padre y ahora forman parte del equipo de transición encargado de diseñar el Gobierno entrante, lo que ha sido considerado por muchos como un claro conflicto de intereses.
Los medios estadounidenses especulan que ante la ausencia en Washington de la esposa del magnate, Melania, quien planea seguir viviendo en Nueva York al menos hasta que su hijo Barron finalice el curso, Ivanka podría desempeñar funciones propias de primera dama.
'Ivanka no tiene intención de asumir un papel formal en la Administración', explicó al The Washington Post una portavoz de la Organización Trump, el conglomerado familiar.
La hija de Trump, sin embargo, 'planea ejercer de defensora de algunos asuntos que le preocupan profundamente'.