La cifra de fallecidos tras el derrumbe de parte de las obras de construcción de una central eléctrica en la provincia china de Jiangxi (sureste) ascendió este jueves a 74, según informaron los equipos de rescate.
Otras dos personas resultaron heridas y esta noche, 68 de las víctimas había sido identificadas, en un accidente que ocurrió hacia las 07.00 hora local del jueves (23.00 GMT del miércoles), en la ciudad de Fengcheng, publica la agencia oficial Xinhua.
La mayoría de las víctimas, que se encontraban trabajando cuando ocurrió el suceso, habían nacido después de 1980, con la más joven de 23 años y la mayor de 53.
La plataforma de construcción de una de las torres de enfriamiento de la planta que se estaba levantando colapsó cuando alrededor de 70 personas trabajaban en la zona.
Ambulancias, bomberos y otros especialistas en rescates se desplazaron al lugar del accidente poco después de recibir el aviso, y los equipos de rescate aún se encuentran en la zona.
Las primeras informaciones divulgadas por los medios de comunicación oficiales situaron en 22 la cifra de fallecidos por el derrumbe, posteriormente se elevó a más de 40 y, tras localizar la mayor parte de los cadáveres, el recuento se incrementó de nuevo hasta los 67, para hoy subir a 74.
A pesar de los sucesivos endurecimientos de las normativas de seguridad laboral, la falta de medidas de seguridad provoca cada año miles de muertos en la segunda economía mundial, donde los controles tienden a ser escasos y algunas empresas ignoran los estándares de prevención en busca de mayores beneficios.
Según datos oficiales, en 2015 se registraron unos 281.000 accidentes laborales en China que causaron la muerte de un total de 66.182 personas, aunque algunas organizaciones no gubernamentales denuncian que la cifra real es mayor, ya que, afirman, parte de la siniestralidad no se registra o es encubierta.