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Miles de personas arroparon a las Madres de Plaza de Mayo en su ronda número 2.000 al ágora que les da nombre, un ritual que se repite desde 1977 en reclamo de memoria, verdad y justicia para las víctimas de la última dictadura argentina (1976-1983).

Lideradas por la presidenta de la asociación humanitaria, Hebe de Bonafini, como cada jueves las madres rodearon la pirámide ubicada en el centro de la emblemática plaza de Buenos Aires, donde se levanta también la Casa Rosada, sede de la Presidencia argentina.

En esta histórica ocasión, la ronda se realizó con retraso respecto al horario habitual dada la cantidad de gente que se congregó para acompañarlas con pancartas y camisetas que repetían el lema: 'En defensa de la democracia, ni un paso atrás'.

'No hay en el mundo otras mujeres que como nosotras puedan llevar tanta responsabilidad por tantos hijos que amamos, que queremos y que seguimos defendiendo', manifestó De Bonafini en un emocionado discurso al finalizar la ronda.

'Esta patria, nuestra patria, le debe a los desaparecidos una reivindicación, vamos a tener que llenar muchísimas plazas para reivindicarlos porque hay que tapar tanta mierda que los quiere denunciar como que han sido otra cosa', continuó.

'Nuestros hijos fueron revolucionaros, revolucionaron la vida, la historia y la humanidad, no importa si estaban en la lucha armada o no. Todos querían que tuviéramos una patria', añadió.

De Bonafini, afín al kirchnerismo, agradeció al fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y a su viuda y sucesora Cristina Fernández (2007-2015) los avances en la lucha por los derechos humanos y fue crítica contra el actual jefe del Ejecutivo Mauricio Macri, a quien calificó de 'enemigo'.

Justo antes de que las activistas partieran en dirección a la Plaza, Fernández había acudido a la sede de la asociación en Buenos Aires para compartir un almuerzo y un brindis para conmemorar las 2.000 rondas.

La ronda 2.000 en Plaza de Mayo tuvo lugar con De Bonafini salpicada por una investigación por presunto fraude al Estado con los fondos de un programa de viviendas sociales gestionados por la fundación de las Madres.

También coincidió con una jornada de críticas de diferentes referentes de los derechos humanos de Argentina contra Macri después de que este miércoles en una entrevista el presidente prefiriera no entrar en el debate sobre las cifras de desaparecidos.