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El asesinato a tiros ayer de una diputada laborista, partidaria de que el Reino Unido continúe en la Unión Europea (UE), llevó a la paralización de la campaña del referéndum del día 23.

Jo Cox, de 41 años, murió poco después de recibir varios disparos y ser apuñalada en la localidad de Birstall (norte de Inglaterra), un incidente por el que ha sido detenido un hombre de 52 años.

La policía investiga el relato de diversos testigos que indicaron que el atacante gritó la consigna '¡El Reino Unido primero!', nombre de una formación de ultraderecha contraria a la inmigración y la Unión Europea.

Los dos campos enfrentados de cara a la consulta sobre la UE anunciaron poco después del incidente la suspensión de todos los actos de campaña durante la jornada.

El primer ministro británico, David Cameron, se encontraba volando hacia Gibraltar cuando se produjo el ataque. El jefe del Gobierno conservador, que suspendió ese acto, encabezó las condolencias de todos los partidos por la muerte de Cox y decidió que las banderas de Downing Street, su residencia y despacho oficial, así como del resto de instituciones en el centro de Londres lucieran sus banderas a media asta.

La canciller alemana, Ángela Merkel, también condenó el 'trágico suceso' de la diputada laborista y pidió una 'aclaración urgente' de los hechos. La jefa del Gobierno alemán evitó darle cualquier cariz político al ataque.

'No quisiera en modo alguno ligar ahora esto con el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE', afirmó Merkel.