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Los líderes del G7 finalizaron ayer la segunda y última jornada de la cumbre de Ise-Shima, en el centro de Japón, en la que adoptaron estrategias para promover el crecimiento económico y un plan de acción antiterrorista.

Los mandatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido acordaron aplicar estímulos fiscales y reformas estructurales en función de la situación de cada país, como vía conjunta para dejar atrás la actual incertidumbre económica global y reactivar el crecimiento.

La declaración que adoptaron los líderes bajo el título de ‘Iniciativa económica de Ise-Shima’ incluye puntos concretos como la necesidad de invertir en infraestructuras, educación y el sector digital, y subrayaron la importancia de impulsar los acuerdos de libre comercio, entre otras medidas.

Los líderes del G7 también aprobaron en el área de seguridad y de política de exteriores una estrategia coordinada para combatir el auge del terrorismo y del extremismo violento en Oriente Medio, y subrayaron la necesidad de apoyar a los refugiados que huyen de la guerra en Siria.

Asimismo, se sumaron a las discusiones sobre este y otros temas, seis países asiáticos emergentes y Chad, que ocupa la presidencia de turno de la Unión Africana, que fueron invitados por la organización nipona con motivo de la celebración de la primera cumbre del G7 en Asia en ocho años.

Los líderes de Chad, Indonesia, Sri Lanka, Bangladesh, Papúa Nueva Guinea, Vietnam y Laos departieron con sus homólogos del Grupo de los Siete sobre cambio climático, energía, la estabilidad y la paz en Asia y políticas de sanidad y de desarrollo.

Las reuniones se celebraron en un hotel de la isla de Kashiko donde se alojaron los líderes.