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El presidente Barack Obama viajará el 27 de mayo a Hiroshima y será el primer mandatario estadounidense en ejercicio que visita esa ciudad nipona y recuerda a las víctimas de la bomba atómica, aunque la Casa Blanca aclaró hoy que no habrá una disculpa por ese ataque de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial.

El objetivo de la visita de Obama a Hiroshima, que tendrá lugar durante su gira por Vietnam y Japón de finales de este mes, es ilustrar 'su compromiso con perseguir la paz y seguridad de un mundo sin armas nucleares', detalló en un comunicado el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Obama visitará Hiroshima, en el oeste de Japón, en compañía del primer ministro nipón, Shinzo Abe, después de participar en la cumbre de líderes del G7 (grupo de países industrializados) que tendrá lugar los días 26 y 27 de mayo en el parque natural Ise-Shima.

En un artículo en la plataforma de blogs Medium, el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, detalló que el presidente visitará el Parque de la Paz de Hiroshima, dedicado a las víctimas de la bomba atómica, para 'compartir sus reflexiones sobre el significado de ese lugar y los eventos que ocurrieron allí'.

Pero Obama 'no revisará la decisión (de EE.UU.) de usar la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial', sino que 'ofrecerá una visión de futuro', aclaró Rhodes.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, visitó el mes pasado Hiroshima para recordar a las víctimas de la bomba atómica, en lo que supuso el primer homenaje de un alto cargo de Washington a los fallecidos.

Por ello, la Casa Blanca cree que es 'el momento adecuado' para una visita de Obama a Hiroshima, según Rhodes, quien recordó los esfuerzos del mandatario para promover la no proliferación nuclear, ejemplificados en las cuatro cumbres al respecto que ha encabezado, la última de ellas celebrada en Washington hace poco más de un mes.

Esos esfuerzos contribuyeron en parte a que Obama ganara el premio Nobel de la Paz en 2009, poco después de su llegada a la Casa Blanca.

Además, el viaje a Hiroshima busca simbolizar también 'lo lejos que Estados Unidos y Japón han llegado en la construcción de una alianza profunda y duradera, basada en intereses comunes, valores compartidos y un espíritu imperecedero de amistad entre nuestros pueblos', afirmó Rhodes.

La ciudad de Hiroshima fue el objetivo del primer bombardeo atómico de la historia, ejecutado por aviones estadounidenses el 6 de agosto de 1945.

Además del de Hiroshima, Estados Unidos ejecutó un segundo ataque atómico sobre la ciudad de Nagasaki, en el sudoeste del archipiélago, el 9 de agosto de 1945, que forzó la capitulación de Japón seis días después y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

La mayoría de los japoneses (un 70 %) quieren que Obama visite Hiroshima, según una encuesta realizada por la cadena pública japonesa NHK y publicada hoy.

En una columna de opinión para CNN publicada a finales de abril, quien fue la principal negociadora estadounidense en las conversaciones previas al acuerdo nuclear con Irán, Wendy Sherman, también urgió a Obama a visitar Hiroshima.

Obama 'debería ir a Hiroshima, no para disculparse', sino para 'mostrar a los aliados en la región que estamos dispuestos a admitir el pasado para centrarnos en el futuro', argumentó Sherman, ex subsecretaria para Asuntos Políticos del Departamento de Estado.

En la misma línea, Thomas Donilon, ex asesor de seguridad nacional de Obama, comentó recientemente que la visita a Hiroshima puede servir para enfatizar 'los peligros de las armas nucleares', ante los últimos lanzamientos de misiles balísticos y pruebas realizadas por el régimen de Corea del Norte.

Antes de aterrizar en Japón, el presidente visitará Vietnam, donde pronunciará un discurso sobre las relaciones bilaterales y abordará con las autoridades de ese país varios asuntos, entre ellos la importancia de que el Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP) se apruebe 'este año', de acuerdo con la Casa Blanca.