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La ciudad de Cleveland (EEUU) indemnizará con 6 millones de dólares a la familia del niño negro Tamir Rice, que murió en noviembre de 2014 por los disparos de un policía blanco mientras jugaba con una pistola de aire comprimido en un parque.

El Ayuntamiento de esa ciudad de Ohio y la familia del menor plasmaron el acuerdo en un documento judicial presentado hoy en la corte del Distrito de Cleveland y en donde se establece que la mitad del pago (3 millones de dólares) se producirá este año y la otra mitad, en 2017.

'No admitimos ningún crimen', señala no obstante el escrito, que se limita a fijar la indemnización.

En diciembre de 2015, un gran jurado decidió no presentar cargos contra ninguno de los dos agentes que participaron en el suceso, Timothy Loehmann y Frank Garmback.

Los dos agentes respondieron en noviembre de 2014 a la llamada de emergencia de un vecino de Cleveland, que alertó de que un joven estaba manipulando un arma 'probablemente falsa' en un parque.

En las imágenes de vídeo distribuidas al público se puede ver cómo los dos policías detienen el automóvil de patrulla a pocos metros de Rice y a continuación, poco después de salir del vehículo, Loehmann dispara contra el menor causándole la muerte.

En un testimonio escrito, Loehmann justificó sus actos asegurando que el niño echó mano de su pistola de plástico, que él creyó que era real.

No obstante, basándose en el vídeo, la familia alega que a Rice le dispararon solo un segundo después de la llegada de los policías y que en ningún momento se le dio oportunidad de cumplir con las órdenes verbales que supuestamente los agentes dieron al menor para que soltara su arma de juguete.

'Nada traerá a Tamir de vuelta. Su muerte innecesaria y prematura deja un gran hueco vacío para aquellos que lo conocieron y lo amaban, que nunca podrá llenarse', resaltaron hoy los abogados de la familia en un comunicado.

El nombre de Tamir Rice se encuentra dentro de los casos de muertes de afroamericanos a manos de policías blancos en circunstancias controvertidas en diferentes partes del país, como Michael Brown en Ferguson (Misuri), Eric Garnet en Nueva York y Freddie Gray en Baltimore (Maryland).

Estos sucesos han provocado el nacimiento de un nuevo movimiento civil a nivel nacional llamado 'Black Lives Matter' ('Las vidas negras importan') y que reclama el fin de la violencia policial contra la comunidad afroamericana.