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La masacre en el semanario satírico Charlie Hebdo cumple hoy un año. Este ataque reveló la dimensión real de la amenaza yihadista sobre Francia, que todavía debate cómo hacerle frente con medidas que suscitan reacciones encontradas.

La mañana del 7 de enero de 2015, doce personas fueron asesinadas y otras cuatro resultaron heridas de gravedad cuando varios hombres armados irrumpieron en la sede de la revista satírica, que estaba en el punto de mira de los integristas por sus polémicas viñetas sobre Mahoma.

Entre los fallecidos, se encontraban leyendas de la caricatura, como el director del semanario, Stéphane Charbonnier ‘Charb’, Jean Cabut ‘Cabu’, Bernard Verlhac ‘Tignous’, Philippe Honoré y Georges Wolinski.

La agresión suscitó una reacción ciudadana sin precedentes bajo el lema 'Je suis Charlie', que quiso reivindicar los valores de libertad de expresión y de laicismo de la República. Pero también desató una serie de medidas lanzadas por el presidente del país, François Hollande, multiplicadas tras los atentados del 13-N.

Después de estos ataques , el Gobierno francés anunció una nueva ley de servicios de inteligencia, aprobada por el Parlamento en junio.