Extremistas islámicos del grupo Boko Haram atacaron el lunes la ciudad nororiental nigeriana de Maiduguri por primera vez en meses, valiéndose de granadas impulsadas por cohetes y dos mujeres suicidas, dijeron testigos. Al menos 15 personas murieron, pero se teme que sean muchas más.
Tropas nigerianas 'interceptaron y destruyeron' a 10 atacantes suicidas, de acuerdo con PR Nigeria, una agencia que disemina noticias gubernamentales.
Maiduguri, la ciudad atacada, es la cuna de Boko Haram, que surgió como una entidad mucho más radical después de que fuerzas de seguridad nigerianas atacaron su complejo allí, ofensiva en la que murieron 700 personas en 2009.
Milicianos que disparaban en forma indiscriminada desde la parte trasera de tres camiones agredieron al poblado de Dawari, en las afueras de Maiduguri, y los soldados que se encontraban allí contraatacaron. Mientras la gente huía despavorida, una mujer corrió hacia uno de los suburbios y gritó '¡Boko Haram! ¡Boko Haram!'. Cuando los habitantes la rodearon se hizo estallar, según dijo Bulama Isa, jefe municipal de Maiduguri.
En medio del caos explotó una granada impulsada por un cohete, lo que incendió chozas con techo de paja, y entonces una segunda mujer detonó los explosivos que traía, de acuerdo con Isa.
El jefe de Duwari, 10 de sus hijos y otros fueron muertos en ese poblado, un suburbio en las afueras de Maiduguri, según indicaron los residentes Ahmed Bala y Umar Ibrahim.
'Las tropas prepararon una emboscada en las presuntas rutas de los terroristas... los atacantes suicidas fueron interceptados en tres sitios distintos cuando se acercaban a la ciudad', dijo PR Nigeria, que citó a las fuerzas armadas.
El área está cerca del Cuartel Giwa, una base militar importante que en el pasado ha sido atacada varias veces por los extremistas. En enero de 2014, Boko Haram agredió la base y liberó a cientos de detenidos. Grupos defensores de los derechos humanos acusan a las fuerzas armadas de Nigeria de matar a miles de personas que estaban encarceladas allí.
El ataque del lunes se produjo en momentos en que el gobierno de Nigeria dice que ha contenido un alzamiento islámico en el que han muerto 20.000 personas en seis años y ha obligado a 2,3 millones de personas a irse de sus viviendas. Dicha afirmación gubernamental es imposible de verificar en un área donde el acceso es peligroso y está restringido por las fuerzas armadas.
Pero el informe del ataque, de algunas decenas de insurgentes en tres camiones, es muy distinto a los de ataques anteriores efectuados por cientos de milicianos, en los que se incluían tanques robados a las fuerzas armadas.
Ello podría confirmar las afirmaciones del gobierno de que la mayoría de los escondites de los terroristas han sido destruidos, y que ahora se ven obligados a buscar blancos fáciles por medio de ataques suicidas.