El presidente de EEUU, Barack Obama, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dejaron hoy atrás sus diferencias sobre el acuerdo nuclear con Irán y se comprometieron a colaborar en intereses comunes como la seguridad de Israel y confrontar las acciones 'desestabilizadoras' de Teherán.
La reunión que hoy mantuvieron ambos en la Casa Blanca fue la primera desde que se cerró en julio pasado el histórico acuerdo nuclear con Irán, algo que ha acentuado las diferencias ya existentes entre los dos líderes.
'No es ningún secreto que el primer ministro y yo hemos tenido un fuerte desacuerdo' al respecto, admitió el propio Obama en declaraciones a los periodistas al comienzo del encuentro en el Despacho Oval.
Pero 'no tenemos ningún desacuerdo sobre la necesidad de asegurar que Irán no consiga un arma nuclear y tampoco sobre la importancia para nosotros de las contundentes y desestabilizadoras actividades que Irán puede estar llevando a cabo', puntualizó Obama.
Netanyahu, quien visitó Washington en marzo pasado para ofrecer, invitado por la oposición republicana, un polémico discurso ante el Congreso en el que criticó directamente al Gobierno de Obama por las negociaciones con Irán, ni siquiera mencionó hoy el pacto nuclear con Teherán.
El primer ministro sí habló ante los periodistas de la 'inestabilidad' actual en Oriente Medio y citó el 'salvajismo' del grupo yihadista Estado Islámico (EI), así como la 'agresión y el terror' de Irán.
Por su parte, Obama sostuvo que la seguridad en Oriente Medio 'se ha deteriorado en muchas áreas' y condenó, 'en los términos más fuertes', los ataques contra 'ciudadanos israelíes inocentes', en referencia a la actual ola de violencia por el control de la Explanada de las Mezquitas.
Obama acudía a esta reunión consciente de que no habrá un acuerdo de paz ni negociaciones serias entre israelíes y palestinos en los catorce meses que le quedan en la Casa Blanca, que abandonará en enero de 2017, según adelantaron la semana pasada sus asesores.
Hoy dijo que quería conversar con Netanyahu de cómo poder 'volver a un camino hacia la paz', que garantice que se cumplen las 'aspiraciones palestinas legítimas' y, al mismo tiempo, proteja la 'seguridad' de Israel.
En cuanto a Netanyahu, en vísperas de su reelección como primer ministro en marzo afirmó que no habría un Estado palestino si él continuaba al frente del Gobierno, algo de lo que se retractó dos días después pero que enfadó mucho a la Casa Blanca.
El primer ministro expuso hoy ante Obama que está 'comprometido' con una solución de 'dos Estados para dos pueblos' para lograr la paz en Oriente Medio.
'Igualmente, quiero dejar claro que no hemos renunciado a nuestra esperanza de paz. Nunca renunciaremos a la esperanza de la paz', remarcó Netanyahu ante los periodistas.
Poco después, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, comentó que las declaraciones de Netanyahu son 'alentadoras' y agregó que la reunión de hoy con Obama era una oportunidad para que el primer ministro expusiera 'algunas ideas' para avanzar hacia un proceso de paz que contemple la solución de los dos Estados.
Obama y Netanyahu también dialogaron hoy de la renovación del acuerdo bilateral de seguridad y defensa por el que EEUU otorga a Israel más de 3.000 millones de dólares de ayuda al año.
El acuerdo actual expira en 2017 y el objetivo de Israel es incrementar ese monto anual hasta los 5.000 millones de dólares, aunque no se prevé que se cierre la negociación en este viaje de Netanyahu a Washington.
Obama quiso enfatizar este lunes que la seguridad de Israel es una de las 'mayores prioridades' de su política exterior.
Este martes Netanyahu seguirá en Washington y prevé ofrecer un discurso en el Center for American Progress (CAP), un instituto progresista, lo que ha sido interpretado como un intento del primer ministro de reconciliarse con los demócratas tras su polémica intervención ante el Congreso de EEUU de marzo pasado.
En vísperas de su visita a Washington, ha generado polémica la decisión de Netanyahu de nombrar como portavoz de su Gobierno a Ran Baratz, un comentarista conservador que hace unos meses acusó a Obama de antisemitismo y que también ha criticado duramente al secretario de Estado de EEUU, John Kerry.
Netanyahu se ha comprometido con el Gobierno estadounidense a 'revisar' su decisión de nombrar a Baratz, de acuerdo con el Departamento de Estado.