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Naciones Unidas. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó este sábado el ataque que sufrió un hospital en la localidad afgana de Kunduz y pidió una 'investigación imparcial' de los hechos.

El ataque, lanzado por la aviación estadounidense, según las autoridades afganas, causó la muerte de doce trabajadores de Médicos Sin Fronteras (MSF) que prestaban sus servicios en el hospital, según el último saldo de víctimas de la organización.

Además perecieron siete pacientes, tres de ellos niños, y otras 37 personas resultaron heridas de gravedad, según MSF.

Ban, en una declaración difundida por su oficina de prensa, expresó su 'firme condena' de este ataque, sin especificar responsabilidades.

'El secretario general recuerda que los hospitales y el personal médico están protegidos explícitamente por las leyes humanitarias', agrega la declaración.

La nota hace un llamamiento para 'una investigación imparcial y rigurosa' del ataque a fin de garantizar que los responsables rindan cuentas por los hechos.

También dice que MSF ha estado operando el único hospital de Kunduz en medio de 'condiciones extremadamente difíciles', y felicitó al personal de esa organización por su 'valor y dedicación'.

Según informaron las autoridades afganas, fue la aviación estadounidense la que lanzó el ataque después de que un grupo de terroristas talibanes se refugiaran en la unidad médica.

El Pentágono anunció hoy que las autoridades estadounidenses harán una 'investigación completa' para aclarar lo ocurrido.

Un portavoz militar estadounidense en Afganistán confirmó que se había realizado un ataque en Kunduz a la misma hora en la que MSF informó del bombardeo, y aseguró que durante la acción pudo haber 'daños colaterales a un centro médico cercano'.