Coca-Cola, McDonald's y Visa, tres influyentes patrocinadores de la FIFA, exigieron hoy al suizo Joseph Blatter su inmediata renuncia a la presidencia de la entidad tras quedar imputado por la Justicia de su país por el escándalo de presuntos sobornos y comisiones ilegales.
'Cada día que pasa, la imagen y la reputación de la FIFA se deteriora. La FIFA necesita una reforma integral y urgente, la cual sólo puede lograrse a través de un enfoque verdaderamente independiente', señaló la marca de bebidas en un comunicado.
Añade que la salida de Blatter, quien asumió el cargo en 1998, permitiría un 'proceso de reforma creíble y sostenible' en la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA).
A continuación, la cadena de comidas rápidas McDonald's empleó las redes sociales para hacer su contundente anuncio: 'Por el bien del juego, Blatter debe renunciar', consignó en la cuenta de Twitter.
'Creemos que sería en el mejor interés del juego que el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, renuncie de manera inmediata para que el proceso de reforma se lleve a cabo con la credibilidad que se necesita', precisó el director de comunicaciones globales de McDonald's, Jeff Mochal.
La firma estadounidense de tarjetas de crédito Visa, que también aporta recursos como patrocinadora de la FIFA, reaccionó así mismo este viernes al anuncio de la Fiscalía suiza de que ha decidido procesar penalmente a Blatter por 'gestión criminal y apropiación indebida'.
'Creemos que hay una reforma significativa que se puede hacer bajo el liderazgo existente de la FIFA. Y teniendo en cuenta los acontecimientos de la semana pasada, está claro que lo mejor para el interés de la FIFA y el deporte sería que Joseph Blatter dimita inmediatamente', anunció Visa.
Blatter anunció su renuncia en junio pasado, pero aclaró poco después que se quedaría en el cargo hasta que se eligiera su reemplazo en las elecciones en el próximo Congreso de la entidad.
Sus anuncios sucedieron con apenas días de diferencia al escándalo de corrupción que quedó en evidencia el 27 de mayo con la detención en Suiza de varios altos cargos de la FIFA a solicitud de la justicia estadounidense que les acusa, entre otros cargos, de organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero.
El suizo, el octavo presidente de la FIFA, lleva diecisiete años ininterrumpidos en el cargo al que llegó en sustitución del brasileño Joao Havelange.
A través de sus abogados, el presidente de la FIFA manifestó el pasado lunes que tenía intención de continuar como máximo mandatario del organismo al considerar que no había hecho 'nada ilegal ni impropio'.