Una semana después de que Cuba y Estados Unidos reestablecieran relaciones diplomáticas, uno de los máximos dirigentes comunistas de la isla insistió en que Washington debe levantar las sanciones y devolverle la base naval de Guantánamo si quiere normalizar los nexos con La Habana.
'El pasado 20 de julio con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos culminó la primera fase del proceso iniciado el 17 de diciembre', dijo el domingo José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista y vicepresidente del gobierno, quien tuvo a cargo el cierre de un acto de conmemoración del Asalto al Cuartel Moncada, suceso que dio inicio al proceso político de las últimas décadas en la isla.
'Comienza un largo camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales que incluye entre otros aspectos el cese del bloqueo y la devolución, de la base naval de Guantánamo', agregó Machado Ventura sentado frente al presidente Raúl Castro en la única alusión al histórico restablecimiento de embajadas.
Esta fue la primera reacción de parte de un líder cubano a la histórica reapertura de embajadas que en cambio generó muchos comentarios y polémicas en el mundo entero y el discurso de unos 12 minutos de una de las efemérides más importantes de la isla se centró en temas locales.
Vestido de uniforme verde olivo, Castro no emitió comentarios.
Los presidentes Castro y Barack Obama anunciaron en diciembre el comienzo del deshielo iniciado tras el triunfo de la revolución cubana. Las sanciones impuestas por Estados Unidos a Cuba buscaban presionar un cambio de modelo político en la isla.
Castro en persona reiteró su demanda de que tras el inicio de la relaciones diplomáticas ambos países deben concentrarse en tratar sobre el levantamiento del embargo, la devolución de la base de Guantánamo y el cese de las transmisiones de Radio y TV Martí, que aunque no se ven en Cuba porque están bloqueadas por La Habana, la isla las considera un ataque a su soberanía.
La ceremonia del aniversario 62 del asalto al Cuartel Moncada —se considera el inicio de la revolución— se inició con la escenificación del ataque protagonizado por el entonces joven abogado Fidel Castro y su hermano Raúl.
Poco después de las 5 horas locales, jóvenes vestidos con uniformes escolares de color rojo, blanco y mostaza aparecieron corriendo por un costado del antiguo cuartel militar. El edificio guarda ahora una escuela y un museo y tiene los impactos de las balas del fallido ataque de los rebeldes contra la dictadura de Fulgencio Batista un 26 julio de 1953.
El presidente, vestido de uniforme verde oliva, estuvo en primera fila de la ceremonia frente a una bandera gigante de Cuba y otra del movimiento 26 de Julio, en alusión de la fecha; y a un lienzo gigante con la imagen de su hermano y también ex gobernante Fidel Castro.
Santiago es la segunda ciudad del país y se encuentra unos 800 kilómetros al oriente de la capital.
Entre las miles de personas que participaron se contaba como invitada una delegación del grupo estadounidense Pastores por la Paz, que cada año acude a la isla con donaciones desde el vecino país.
Sus integrantes se mostraron partidarios del acercamiento entre ambas naciones, que este año anunciaron un deshielo y la semana pasada reinstalaron sus embajadas tras más de cinco décadas de ruptura.