El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó este martes su 'profunda preocupación' por la condena a muerte impuesta al expresidente de Egipto Mohamed Mursi y otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes y advirtió de que puede tener un impacto negativo en la estabilidad a largo plazo del país.
'El secretario general está preocupado porque estos veredictos, alcanzados tras juicios masivos, puedan tener un impacto negativo en las perspectivas de estabilidad a largo plazo en Egipto', dijo Ban a través de un comunicado de su portavoz.
El diplomático coreano recordó que las Naciones Unidas se oponen al uso de la pena de muerte bajo todas las circunstancias y urgió a las autoridades egipcias a aprobar una moratoria.
Además, subrayó la 'importancia del pluralismo' y de garantizar que 'todas las voces sean escuchadas y representadas' y, al mismo tiempo, pidió que se asegure que los acusados cuenten con un proceso justo, en referencia a las posibles apelaciones.
El Tribunal Penal de El Cairo confirmó hoy la pena de muerte impuesta al derrocado Mursi y casi un centenar de islamistas por urdir su huida de una cárcel de las afueras de El Cairo durante la revolución de 2011.
El juez Shaaban al Shami emitió su fallo firme en este caso, tras recibir la opinión no vinculante del mufti Shauqi Alam, máxima autoridad religiosa musulmana de Egipto, sobre las penas capitales dictadas hace un mes de forma provisional.
Otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes sentenciados a muerte en esta causa son su guía espiritual, Mohamed Badía, y el presidente y el vicepresidente del brazo político de la cofradía, el Partido Libertad y Justicia, Saad Katatni y Esam al Arian, respectivamente.
En este caso fueron procesadas 129 personas, gran parte de ellas en rebeldía, por los cargos de fuga de la cárcel e irrupción en prisiones con la ayuda de grupos extranjeros como el palestino Hamás y el libanés Hizbulá, así como por secuestrar a oficiales de Policías y matar a efectivos de seguridad.
El grupo juzgado en rebeldía fue condenado mayoritariamente a morir en la horca, según el fallo del juez, que sentenció a otros de los acusados a cadena perpetua y a penas de cárcel.