Algo más de una semana después del accidente del A320 de Germanwings en los Alpes franceses, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, propietaria de la compañía de bajo coste, viajó hoy hasta el lugar del drama para rendir homenaje a las víctimas y agradecer el trabajo de los servicios de socorro.
Pero el jefe de la aerolínea germana no ofreció ninguna explicación de cómo el copiloto Andreas Lubitz, principal sospechoso de haber causado voluntariamente la catástrofe, entró a formar parte de su personal pese a que había confesado sufrir depresiones.
Había mucha expectativa sobre lo que pudiera decir Spohr en la zona del accidente, a donde acudió en helicóptero acompañado del presidente de su filial, Thomas Winkelmann, pero el máximo responsable de la Lufthansa se limitó a agradecer el trabajo a los servicios de socorro y a rendir homenaje a los 150 fallecidos.
Spohr acudió a la estela funeraria que sirve de lugar de memoria a las víctimas en Le Vernet, epicentro de acogida de sus familiares. Allí depositó, junto a Winkelmann, una corona de flores y mantuvo un instante de silencio mirando a la montaña.
Luego se dirigió a los medios, ávidos por conocer la opinión del presidente de Lufthansa después de que la aerolínea reconociera ayer, martes, que desde 2009 estaban al corriente de que Lubitz había superado un 'episodio grave de depresión'.
Pero Spohr no respondió a ninguna pregunta y, sobre la investigación, se limitó a asegurar que hará falta tiempo para conocer todo lo que pasó el pasado día 24 de marzo en el vuelo entre Barcelona y Düsseldorf.
El resto fueron palabras de agradecimiento a los gendarmes y socorristas que han ascendido diariamente en busca de restos de las víctimas y de indicios; a los investigadores, a quienes prometió total cooperación; y a los habitantes de la región por su 'solidaridad y empatía' con los familiares.
Vehículos de la Gendarmería francesa permancen junto al monumento conmemorativo a las víctimas de la tragedia del A320 de Germanwings en Le Vernet, Francia.
'Habrá un antes y un después' del accidente en la región, señaló el presidente de la compañía germana, que lanzó dos promesas.
Una para los familiares, a quienes dio su palabra de que Lufthansa les seguirá facilitando el viaje hasta el lugar de la tragedia el tiempo que sea necesario.
El otro para los habitantes de la zona, a quienes dijo que, cuando acaben las investigaciones, la compañía financiará la limpieza y acondicionamiento del macizo donde se estrelló el avión.
'Sentimos que este lamentable accidente haya podido producirse. Lufthansa siempre ha hecho de la seguridad su prioridad. Lamentamos las pérdidas humanas, no tenemos palabras para expresar lo que sentimos', aseguró el presidente, que se mostró solidario con el dolor de los familiares.
Cuando los periodistas quisieron conocer la postura de Lufthansa sobre la investigación, Spohr se alejó de los micrófonos.
Entretanto, en el lugar del siniestro, una vez terminada la fase de recuperación de restos humanos, los servicios de rescate se centran ahora en buscar sus enseres personales, que pueden servir para su identificación.
El coronel Jean-Marc Menichini señaló que ya no se ven cuerpos en la zona de los hechos, aunque no descartó que puedan aparecer nuevos restos humanos.
También prosigue la búsqueda de la segunda de las cajas negras y de otros elementos que puedan contribuir a aclarar las circunstancias del drama.
En este sentido, el fiscal de Marsella, Brice Robin, encargado de la investigación, emitió hoy un comunicado para recuperar el presunto vídeo que tanto el diario alemán 'Bild' como el semanario francés 'Paris Match' afirmaron haber visionado ayer y en el que, según su descripción, aparecían los últimos minutos de ese vuelo.