La vía que conduce hasta la montaña donde el pasado martes se estrelló el A320 de Germanwings en los Alpes franceses ya no es, desde hoy, únicamente aérea, porque los investigadores han abierto un camino terrestre para poder llegar a los restos.
Obligados por las malas condiciones climatológicas con las que amaneció el día, que dificultaban el vuelo de los helicópteros utilizados hasta ahora de forma exclusiva, los gendarmes franceses aceleraron el uso del camino que conduce hasta el macizo de los 'Trois Évêches'.
Llevaban días trabajando con excavadoras y material pesado para allanar y ensanchar un sendero que conduce desde la aldea de Le Vernet hasta el lugar del siniestro.
No esperaba tener listo el camino hasta dentro de unos días, pero el cielo amaneció cubierto, con lluvia y un fuerte viento en la cima, condiciones que dificultan el vuelo de los helicópteros.
Por eso, optaron por estrenar la vía terrestre para llevar a los investigadores, que desde hace casi una semana se obstinan en buscar la caja negra que falta y también los restos de los 150 ocupantes del avión.
La senda todavía no está terminada por completo, por lo que los vehículos todoterreno de la Gendarmería se paran a 45 minutos del lugar del accidente, trecho que hay que hacer a pie.
Pero no fue obstáculo para que medio centenar de investigadores y socorristas llegaran hoy al lugar del accidente para seguir recogiendo indicios y restos humanos, el mismo dispositivo de los últimos días.
El camino terrestre irá agrandándose a medida que pasen los días y muy pronto será el prioritario, indicaron fuentes de la Gendarmería, que afirman que servirá para bajar las partes más grandes del fuselaje que resistieron al duro choque del avión.
Pero el objetivo prioritario de los investigadores sigue siendo encontrar la segunda caja negra, indicaron los gendarmes, que han recibido esta orden de la Fiscalía de Marsella, donde se encauza la investigación judicial del siniestro.
Esa ciudad de la costa mediterránea francesa, la segunda del país, será también desde hoy el lugar donde la aerolínea Germanwings tenga instalado su dispositivo de acogida a las familias de las víctimas que quieran acercarse al lugar del accidente.
El director de operaciones de la compañía germana, Oliver Wagner, indicó que por el momento 325 personas han aceptado la asistencia de Germanwings para acercarse hasta las localidades de Seyne-les-Alpes y Le Vernet, las dos más próximas al lugar donde reposan los restos de sus seres queridos.
Familiares de las víctimas visitan el monolito en homenaje a los fallecidos del avión de Germanwings que se estrelló la pasada semana en Seyne-les-Alpes
Aunque la mayor parte han sido alemanes y españoles, nacionalidades de procedencia del grueso de los pasajeros y de la tripulación, también han llegado colombianos, mexicanos, venezolanos y argentinos, señaló.
La aerolínea alemana tiene previsto mantener su dispositivo de acogida y facilitar el viaje hasta Marsella de los familiares.
España y Alemania también mantiene personal diplomático y consular para ayudar a los familiares que lo precisen.
La estela levantada en un descampado en las afueras de Le Vernet se ha convertido en el punto simbólico de memoria del accidente, a la espera de que se termine la ruta de acceso a la montaña y que los investigadores acaben sus labores.
Entonces, está previsto que el lugar donde se estrelló el avión sea accesible a los familiares de los fallecidos e incluso que se instale allí un monumento en su memoria.