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En el municipio de Chihuahua, en el norte de México, cantar en un concierto público narcocorridos, el género musical folclórico que ensalza al narcotráfico, puede ocasionar penas para sus intérpretes de hasta 36 horas de cárcel, además de multas que llegan a 330.000 pesos mexicanos (más de 21.000 dólares).

Esas sanciones son el resultado de las modificaciones aprobadas esta semana por el Cabildo de esa ciudad norteña al Reglamento de Eventos Públicos y al Reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno, informó hoy a Efe el subcoordinador de Medios de la Coordinación de Comunicación Social del municipio, Israel Rivera.

Los cambios legales en la localidad, de cerca de un millón de habitantes, fueron impulsados por el presidente municipal, Javier Garfio, el pasado 12 de febrero, y aprobados apenas un mes después.

'No es una censura real a los narcocorridos, no se está coartando la libertad de expresión', indicó Rivera, para quien 'la cuestión es generar una cultura de prevención respecto al impacto psicológico que puedan tener este tipo de interpretaciones' musicales.

Rivera argumentó que en Chihuahua 'llegó un momento en que, dada la crisis de inseguridad, en 2009 y 2010, muchos jóvenes y niños querían ser narcos y cantantes'.

'Estamos tratando de inhibir que se presenten hechos delictivos, como el que sucedió en la ciudad de Parral' el pasado 28 de febrero, cuando el cantante de narcocorridos Alfredo Olivas 'fue acribillado en pleno escenario'.

Como resultado de aquel atentado, Olivas se debatió entre la vida en la muerte, pero 'él se salvó' mientras que 'otras dos personas perdieron la vida y otras cinco resultaron heridas', relató.

La prohibición busca precisamente 'inhibir ese tipo de actos o que se promuevan', agregó Rivera, que sin embargo admite que la medida es solo una pata más de la estrategia para combatir a los grupos de crimen organizado, que con su dinero y su violencia corrompen a la sociedad de arriba a abajo.

En 2012 el Gobierno del estado de Sinaloa, también en el norte de México y cuna de los más famosos narcotraficantes del país, prohibió que se presentaran grupos que interpretaran narcocorridos, pero la Suprema Corte de Justicia revirtió la medida al año siguiente.