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Buenos Aires. Maximiliano Rusconi, abogado de Diego Lagomarsino, el único imputado en la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman, anticipó este miércoles que pedirá que la presidenta Cristina Kirchner se presente a declarar.

'Voy a sugerir que Cristina Fernández (de Kirchner) y Aníbal Fernández (secretario general de la Presidencia), ya que tienen tanta información, se presenten como testigos', dijo Rusconi a radio Mitre.

La mandataria y el secretario divulgaron en los últimos días información vinculada con Lagomarsino, un colaborador muy cercano a Nisman que fue quien le prestó la pistola calibre 22 de la que salió el disparo que le dio muerte el domingo 18.

El expediente está caratulado hasta ahora como ‘muerte dudosa’ y no se descarta que se trate de un suicidio, un suicidio inducido o un asesinato, según la fiscal del caso, Viviana Fein.

Declaraciones. El fallecido fiscal argentino Alberto Nisman había asegurado que no iba a usar la pistola que acabó con su vida, según dijo su colaborador Diego Lagomarsino, el hombre que se la prestó y que es por ahora el único imputado en este caso.

'No te preocupes porque no la voy a usar', le dijo Nisman a Lagomarsino cuando le recibió en su domicilio el 17 de enero, un día antes de su muerte, que se produjo por un disparo en la sien .

Así lo relató ayer Lagomarsino en su primera comparecencia pública desde la muerte del fiscal, quien había denunciado a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y algunos de sus colaboradores por presunto encubrimiento de los iraníes que supuestamente perpetraron un atentado antijudío en Buenos Aires en 1994.

Lagomarsino, que trabajaba como técnico informático para la fiscalía de Nisman, estuvo acompañado por su abogado Maximiliano Rusconi.

Según la versión de Lagomarsino, cuando el fiscal le llamó el sábado 17 y le citó en su casa para pedirle que le llevara un arma, le encontró trabajando con documentación que Lagomarsino supone relativa a la denuncia presentada tres días antes contra la presidenta por presunto encubrimiento terrorista.

Pálido y visiblemente afectado, explicó que Nisman le dijo que quería el arma porque temía por sus hijas y que no confiaba 'ni siquiera en la custodia'.

Lagomarsino le advirtió a Nisman que el arma era vieja y fallaba, pero Nisman le aseguró que era 'para llevar en la guantera' de su coche por si venía algún 'loquito' y le atacaba por 'traidor', y le adelantó que pensaba comprar una nueva durante la semana siguiente.