La presidenta Cristina Fernández sorprendió ayer al asegurar que el fiscal, que la había acusado de ser la autora intelectual de un plan para encubrir la responsabilidad de sospechosos de un atentado, 'no se suicidó', tal como había dado a entender en un mensaje anterior, lo que generó más cuestionamientos y dudas sobre un caso que ha conmocionado a la opinión pública argentina.
En una primera misiva enviada el 19 de enero, tras conocerse la muerte de Alberto Nisman, las palabras de Fernández se prestaron a confusión porque en el primer párrafo adhirió a la teoría de que el fiscal se había suicidado al decir: '¿qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?'.
A renglón seguido, Fernández se preguntaba si era un '¿suicidio?' en un misterio en el que 'no sólo hay estupor e interrogantes'.
Pero dos días después, las dudas de la mandataria se habían disipado para dar paso a una convicción: 'los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio', dijo en una carta publicada ayer en las redes sociales.
Nisman, de 51 años, fue hallado muerto el domingo por la noche en su apartamento del lujoso barrio de Puerto Madero en Buenos Aires horas antes de comparecer ante una comisión del Congreso con el fin de ofrecer más detalles sobre la denuncia de encubrimiento que involucra a la mandataria, al canciller Héctor Timerman y otros allegados al gobierno.
La muerte se produjo días después de que Nisman presentara ante un juez un informe de 289 páginas en el que acusaba a Fernández de promover un acuerdo secreto con Irán para evitar el enjuiciamiento de un grupo de ex funcionarios diplomáticos iraníes, acusados de participar en un atentado con una camioneta llena de explosivos en contra de un centro comunitario judío de Buenos Aires, que mató a 85 personas y dejó a más de un centenar heridas.
Opositores y analistas se preguntaron qué hizo cambiar de posición a la presidenta y a otros altos funcionarios.
'¿Qué ha pasado en 72 horas para que cambiaran tan rotundamente de discurso? La presidenta tiene todavía en sus manos un servicio de inteligencia, si tiene información tiene que ponerla a disposición de la justicia', dijo a la radio La Once Diez el senador opositor Ernesto Sanz.
Consultada sobre los dichos de la mandataria, Viviana Fein, fiscal a cargo de investigar la muerte de Nisman, se abstuvo opinar y agregó que la investigación que adelanta está catalogada como una 'muerte dudosa'.
La justicia busca aclarar si Nisman fue asesinado, cometió un suicidio voluntario o fue víctima de un suicidio inducido.
Fernández también afirmó que la denuncia de Nisman 'nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el gobierno' sino que lo fue 'la muerte' del investigador y que al fiscal lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible'. AP