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WASHINGTON. Seis veces el presidente Barack Obama ha hablado al pueblo estadounidense para abordar el legado de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en el aniversario de ese día fatal. En cada ocasión, su mensaje ha respondido a exigencias del momento, para destacar aspectos de resistencia, servicio público, tolerancia y reconciliación.

Este año, con la amenaza acechante del grupo extremista Estado Islámico, el discurso de Obama regresa a épocas anteriores y tiene un tono menos triunfal. Aun así, el presidente ofreció razones para el optimismo el jueves en breves declaraciones en el monumento que recuerda el ataque al Pentágono.

'Trece años después que mentes mezquinas y llenas de odio conspiraron para hacernos caer, Estados Unidos sigue erguido y orgulloso', dijo Obama.

No mencionó el nuevo plan del gobierno para incrementar las acciones militares y diplomáticas contra el Estado Islámico. En lugar de ello, optó por recordarles a los estadounidenses que 'en tres meses concluirá nuestra misión de combate en Afganistán'.