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Los incesantes combates entre las fuerzas gubernamentales ucranianas y los rebeldes prorrusos impidieron este martes el inicio de la investigación en la zona cero de la tragedia del avión malasio supuestamente derribado con 298 personas a bordo.

La principal plaza fuerte de los rebeldes prorrusos, Donetsk, fue de nuevo hoy martilleada con artillería pesada, lo que obligó a evacuar la sede del Gobierno separatista, además de la estación de tren.

En el edificio administrativo se encuentra la oficina del primer ministro insurgente, Alexandr Borodái, que viajó a la vecina Rusia para mantener consultas, aunque fuentes ucranianas apuntan que ha desertado.

Una persona murió y varias resultaron heridas debido al impacto de un proyectil lanzado por las fuerzas gubernamentales, según los insurgentes, contra el patio de un edificio situado en la calle Rosa Luxemburgo.

El Ayuntamiento leal a Kiev confirmó el bombardeo de la ciudad y la evacuación de los residentes en varios barrios del centro de la localidad, donde rige el toque de queda y que ya ha sido abandonada por decenas de miles de personas en las últimas semanas.

De acuerdo con esta fuente, en el ataque resultaron dañados un edificio de viviendas y otro administrativo, mientras los empleados y visitantes de un céntrico parque tuvieron que resguardarse en refugios subterráneos, ya que tres obuses cayeron en el lago.

El recrudecimiento de los combates en los últimos días ha disparado el número de víctimas entre la población civil de las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, ambas limítrofes con Rusia, donde casi 50.000 refugiados ucranianos han pedido asilo y otros 27.000 han solicitado la ciudadanía.

En las últimas 48 horas una treintena de personas, entre ellas ocho niños, murieron bajo fuego de artillería en la localidad de Górlovka, uno de los bastiones insurgentes en Donetsk.

El Ejército ucraniano responsabiliza de esos ataques a las milicias secesionistas, que buscarían con ello desprestigiar a las fuerzas gubernamentales e intimidar a la población local.

A esto se sumarían los cinco ancianos que murieron hoy, martes, cuando se resguardaban de los bombardeos en un asilo en el centro de Lugansk.

Además, diez soldados ucranianos murieron durante las últimas 24 horas en los combates con los milicianos y más de medio centenar resultó herido.

Las fuerzas gubernamentales han acelerado en los últimos días su contraofensiva contra las posiciones rebeldes en un intento de garantizar un corredor seguro para los expertos internacionales que deben investigar la tragedia del Boeing-777 de Malaysian Airlines.

Una vez controlada la zona, Holanda y Australia desplegarían una misión policial internacional que se encargaría de garantizar la seguridad de los forenses y expertos en aviación en el lugar del siniestro, la pequeña aldea de Grabovo.

Al respecto, Rusia instó hoy a Estados Unidos y la Unión Europea a cesar el apoyo a la ofensiva de las fuerzas ucranianas contra la población civil de las regiones rebeldes.

'La responsabilidad por las muertes entre la población civil en el este de Ucrania recae también en aquellos que respalden las acciones criminales', señaló la Cancillería rusa en un comunicado.

Por ello, añadió, 'de nuevo, exigimos a Kiev que cese la guerra contra su propio pueblo' y se mostró 'convencida de que esos terribles crímenes no quedarán sin castigo'.

Por otra parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, pidió al secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, que ejerza su influencia sobre las autoridades ucranianas para que declaren un alto el fuego en el este del país.

Durante una conversación telefónica ambos coincidieron al destacar la importancia de cumplir con la resolución 2166 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige el cese de las hostilidades en la zona de la tragedia del avión malasio 'para garantizar la autenticidad de una investigación de carácter internacional e independiente'.

Moscú acusa a Kiev de obstruir el inicio de dicha investigación y a EEUU, el Reino Unido y Lituania de exculpar las acciones ilícitas del Gobierno ucraniano.

'En violación de dicha exigencia del Consejo de Seguridad, Kiev anunció públicamente su intención de hacerse con el control de la zona de caída del avión por la vía militar, tras lo que lanzó una ofensiva', señaló la Cancillería rusa en un comunicado.

Según Moscú, ese es el motivo de que los expertos holandeses y australianos vieran frustrados varios intentos de llegar a la zona de la tragedia.