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Los presidentes de Uruguay, José Mujica, y Argentina, Cristina Fernández, se reunieron en privado en Cuba en medio de fricciones bilaterales por diversos temas, según el ministro uruguayo de Exteriores, Luis Almagro.

En declaraciones al portal de la Presidencia de Uruguay publicadas hoy, Almagro reveló que los dos mandatarios se reunieron este martes en el marco de su participación en la II Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Almagro consideró 'muy importante que los dos presidentes retomaran el diálogo' y explicó que 'hay varios temas en la agenda', aunque no detalló cuáles.

Según el ministro, Mujica y Fernández, que se habían reunido por última vez hace cuatro meses, 'se comprometieron a trabajar esos temas de la agenda pendiente de manera reservada a través e los canales institucionales que corresponden'.

Las partes van a 'hacer un punteo de los principales temas para una próxima reunión de las Cancillerías', agregó.

Además de conversar sobre la relación bilateral, los gobernantes analizaron 'las posibilidades' de potenciar las relaciones del Mercosur, el bloque formada por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, con China.

Dialogaron también 'de los diferentes asuntos del esquema financiero internacional' y la importancia de la Celac, por haber aportado 'nuevos elementos en la dimensión hemisférica'.

La última vez que Mujica y Fernández se encontraron fue el pasado 1 de octubre, con motivo del bautizo con el nombre 'Francisco', en homenaje al Papa, de un nuevo barco que unirá a ambos países surcando las aguas del limítrofe Río de la Plata.

Aunque trataron de aparentar normalidad, el encuentro estuvo marcado por la tensión derivada de las fricciones surgidas semanas antes a raíz de que Mujica autorizara un aumento de producción en la planta de celulosa que la empresa finlandesa UPM (ex Botnia) tiene en la localidad uruguaya de Fray Bentos, fronteriza con Argentina.

La instalación de esa planta en 2005 fue motivo del peor conflicto bilateral en décadas entre ambos países y derivó además en el bloqueo por parte de defensores del medio ambiente de un estratégico puente que comunica a ambos países sobre el río Uruguay.

Por ese conflicto, Argentina acudió en 2006 a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que en 2010 determinó que la planta no contaminaba pero que Uruguay no había informado debidamente a su vecino sobre los detalles de la construcción.

Tras permitir recientemente Mujica el aumento de producción a UPM, Argentina volvió a amenazar con acudir a La Haya.

En noviembre Argentina impuso restricciones al transbordo de mercancías de sus barcos en el puerto de Montevideo, lo que provocó un descenso de más del 40 % en el tráfico marítimo en la capital uruguaya, según datos del Centro de Navegación Uruguayo (Cennave).

Además, Montevideo se ha quejado en reiteradas ocasiones a Buenos Aires de desconocer las reglas del Mercosur al imponer medidas económicas proteccionistas.