El 2018 fue el año de la materialización de sueños para las hermanas Nicolle, de 34 años, y Vanessa Danies Urquijo, de 37. Fue, exactamente, el periodo correspondiente para tomar la decisión de emprender y hacer realidad la idea de crear una platería en Barranquilla.
Ese deseo de tener una marca surgió debido a que —para las dos— en el mercado de la ciudad 'no había suficiente oferta de platerías'. Posteriormente, una conversación con una prima, quien tuvo por años el mismo negocio, las llevó a conectarse con artesanos y orfebres de Bogotá.
'Cuando Vane me comentó la idea yo ya la había pensado, y esto me llegó a sorprender muchísimo. Al cabo de cierto tiempo decidimos viajar a Bogotá, donde conocimos a las personas que nos recomendó mi prima. Nos tocó ir hasta allá porque encontramos que infortunadamente en Barranquilla no había talleres ni artesanos ni orfebres que se dedicaran a trabajar la plata'.
Vanessa, que es abogada, asegura que haber trabajado con anterioridad en obras sociales la impulsó a involucrar en la idea de negocio la mano de obra colombiana, apuntándole siempre a la promoción del trabajo de aproximadamente 15 artesanos. Hoy día cuentan con sus talleres en la capital del país, donde elaboran productos bajo la marca de Purus Platería (@purusplateria).
'Cuando empezamos tuvimos una idea que fue cambiando porque nuestro sueño era que en un local, que logramos tener antes de la pandemia, pudiéramos atender a las novias. Fue así como arrancamos haciendo un cuarto dentro del punto físico, en el que recibíamos a las novias para hacer un brindis, ofreciéndoles una experiencia. Sin embargo, el hecho de que la vida de todos vaya a millón y no nos permita disfrutar los momentos como uno quisiera, nos llevó a replantear todo y a quedarnos solo con el servicio que atiende y personaliza los artículos de platería que las personas deseen, ancladas siempre a una experiencia que no se termina'.
Aseguran que quien adquiere un objeto de plata 'no se lleva un artículo que al cabo de poco tiempo se dañará'. Sustentan que 'la plata es para siempre, tanto así que se puede heredar y, luego, personalizar'.
Al cumplir un año con su emprendimiento, un duro suceso tocó a la puerta de Nicolle. Mientras en su vientre se gestaba su segunda bebé, a su hija mayor de cuatro años, Ivanna, le diagnosticaban leucemia. Y como hecho fortuito, el día que Ivanna inició la quimioterapia, Nicolle dio a luz a Estefanía, hoy día de un año.
'El almacén en ese momento pasó a un segundo plano para nosotras, si bien nos apasionaba todo lo que estaba sucediendo con la marca, nosotras y nuestra familia enfrentábamos una situación difícil y nuestro foco era ese. Nos sorprendimos que a pesar de que nos desprendimos un poco el negocio marchó y sobrevivió por sí solo durante nueve a 10 meses. Fue un momento duro, mientras Nicolle estaba hospitalizada con su bebé, yo, que tenía cinco meses de embarazo de mi hijo Diego, me encargaba de cuidar a Ivanna'.