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A los tres años de edad Paula Silgado Meza recibió el regalo más amoroso y amigable de su vida. Su abuela materna, Graciela Yépez, le obsequió una perrita de la raza french poodle a quien llamó Luna, su compañía por casi 12 años.

En medio de la pandemia, cuenta Paula, Luna había estado enferma por su edad avanzada, finalmente su fallecimiento se produjo en junio pasado. El suceso le causó mucha tristeza, pues esa había sido su compañía desde que era niña.

'Nunca se me va a olvidar el día que Luna falleció. Yo estaba entrenando virtual y mi mamá me dice: ‘Luna se murió’, yo solo podía llorar pero quise seguir entrenando para que esa fuera mi fortaleza porque si no me volvía nada. Lo más duro fue que no la pude volver a ver porque ella estaba en el veterinario y con el tema de la pandemia no pude despedirla'.

La sincelejana recuerda con tristeza la pérdida de su primera mascota pero también con mucha felicidad de haberle brindado todo el amor. Aunque en medio de la pandemia Paula perdió un amor canino, la vida la recompensó con dos nuevos amores.

'Es chistoso, yo no tenía novio y en octubre, en medio de todo esta crisis me cuadré con mi novio (risas). Yo iba siempre a bailar a un lugar cerca de donde murió Luna y tenía ese recuerdo, un día le dije a mi novio —quiero un perro— pero yo sabía que no iba a pasar. Pero un día cualquiera en noviembre llegó con ‘Milú’ y fui muy feliz'.

Milú es una pastora alemán que llegó con un mes y medio de nacida a la vida de Paula, como un regalo adelantado de Navidad de su novio. Dice que la nueva mascota se ha convertido en la alegría de su familia. 

'El que Milú llegara fue una locura, en mi casa al principio no la querían aceptar. Ella es de una raza que necesita mucho cuidado y el primer día mi mamá no quería que durmiera allá, pero después todos se encariñaron con ella porque en estos tiempos necesitamos todos de una compañía y el perro de verdad es ese ser incondicional que está ahí a pesar de todo. De verdad ellos son el mejor amigo del hombre, no te decepcionan, no te defraudan y no se van lejos'.

La llegada de la pastor alemán a la vida de Paula, quien está estudiando Derecho y a su vez Ciencias Políticas en la Universidad del Norte, fue una razón más que le ayudó a fortalecer la relación sentimental con su novio porque es un motivo más para vincularlos y ayudarlos a ser responsables.

'Yo amé a Milú desde que la vi. Ella llegó súper chiquita, fue el mejor regalo. Ahora ya está gigante y ha sido súper distinto al proceso con luna, porque ella era dócil, chiquita y tranquila pero Milú es el propio perro policía, es juguetona, mordelona y está loca (risas)'.

 Amor y fraternidad son las dos palabras con las que Paula describe a su nueva compañera perruna, quien se ha ganado su corazón y con quien comparte gran parte de su tiempo.

'Todo pasa por algo, sin duda siempre tendré presente a Luna, pero Milú ha traído esa felicidad que en estos tiempos de pandemia se necesita. Ella es intensa, yo la amo y estoy feliz de tenerla'.

Paula Silgado vive hace dos años y medio en Barranquilla y entre risas expresa ser una ‘reina del Carnaval frustrada’, pues a pesar de ser sincelejana y haberse criado en Cartagena ama la cultura de la ciudad, por eso parte de su tiempo libre lo dedica a tomar clases de baile al lado de varios instructores y preparadores de reinas de la festividad más alegre de Colombia.

La sincelejana, además de estar estudiando para una doble titulación, también hace parte de la organización de Visionariumun, un programa intensivo en Nueva York que prepara a los estudiantes para sobresalir en un mundo altamente competitivo, llevándolos a conocer grandes empresas del mundo como: Google, Facebook y Carolina Herrera, entre otras.