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Erradicar la pobreza desde la infancia y mejorar el futuro de los niños es por lo que trabaja Daniela Zapata desde su fundación Beyond Education. Ella, que creció con 'el chip' del voluntariado, vio desde su casa el ejemplo de ayudar a los demás a través del trabajo social.

Esta joven bogotana, criada en Barranquilla, recuerda que sus primeras memorias son cuando tenía cuatro años, mientras acompañaba a su mamá a hacer trabajo comunitario en varias fundaciones.

Así creció y, además de Barranquilla, hizo voluntariados en ciudades como Medellín y Bogotá. En 2017, Daniela paró su carrera y se fue a vivir tres meses a Nairobi, Kenia, en África. Esto lo logró gracias a un voluntariado con AIESEC, una organización de jóvenes que facilita el desarrollo y liderazgo a través del intercambio. Estando allá llegó a Kibera, el asentamiento informal más grande de ese país, en el que no cuentan con servicios básicos como agua, saneamiento y electricidad.

A esa comunidad llegó por medio de la Escuela Kibera Hamlets, una organización comunitaria, a trabajar inicialmente como profesora de inglés. Sin embargo, estando allá, se dio cuenta que los niños de ese lugar necesitaban aprender algo más que ese idioma y empezó a hablarles de empoderamiento. Daniela cuenta que creó un 'campamento de liderazgo' en el que les enseñó a hablar en público, trabajar en equipo e incluso 'un poco' de español.

'Fue una experiencia hermosísima y me tocó a un nivel muy fuerte porque siendo honesta me di cuenta que en Colombia tenemos las mismas dificultades, pero nunca había estado expuesta a lo que era eso hasta que estuve allá. Básicamente esa se volvió mi conexión con los niños y cuando me devolví a mi vida tradicional quedé con el pendiente de hacer algo. Eso fortaleció mis ganas de seguir contribuyendo y crear una fundación. Haber estado en Kenia me confirmó que quería dedicarme a eso'.

En 2019, mientras trabajaba en Malasia en una empresa de tecnología en la educación como directora comercial, Daniela se decidió a crear oficialmente la fundación. Con una campaña de crowdfunding para conseguir recursos y con el apoyo de sus amigos que se sumaron a la causa, lograron el primer capital de donación extranjera para abrir las puertas de Beyond Education en Puerto Colombia, Atlántico. En 2020 se constituyeron legalmente y en 2021 comenzaron con su plan piloto con niños entre los cinco y los siete años.

'Quería arrancar desde casa, logramos ubicar una comunidad muy bonita en Puerto Colombia e hicimos nuestra primera alianza con el Colegio Cisneros, en el que su director ha sido un gran apoyo. En este momento tenemos 60 niños que se están formando'.

De acuerdo con Daniela, lo que buscan es que los menores 'complementen' su educación formal, para que así logren 'cambiar sus perspectivas' de la vida y puedan 'romper el ciclo de la pobreza'. Para ello cuenta, principalmente, con psicólogos y trabajadores sociales. Desde la fundación, resalta, trabajan en tres líneas fundamentales: acompañamiento en la educación para evitar la deserción estudiantil; el empoderamiento para que 'desarrollen inteligencia emocional, mejoren sus habilidades de comunicación, relaciones interpersonales y se motiven a tener un proyecto de vida'; y la empleabilidad y emprendimiento, siendo este el espacio para que 'aprendan sobre educación financiera, inglés y habilidades en diferentes lenguajes de programación'.

Este año de inicio les dejó 'resultados positivos' y esto como equipo los 'motiva a seguir adelante'. Daniela espera que para el 2022 sean más las comunidades del Atlántico las que ingresen a este proyecto y, más adelante, llegar a otros rincones del país.