Que el papá de Elizabeth Ojeda olvidara quién era ella fue un proceso duro de afrontar. A finales de 2001, Eduardo Ojeda fue diagnosticado con Alzheimer y poco a poco su memoria se fue deteriorando hasta tal punto de no recordar a su familia y vivir en el pasado. Ella, como psicóloga, sentía que debía hacer algo más allá de cuidarlo y, luego de seis años lidiando con la enfermedad, creó materiales didácticos para retrasar la pérdida de la memoria en estos pacientes.
Recuerda que hace 19 años 'había muy poca literatura sobre el tema' en el país. Tenía solo un libro y con ese se instruyó un poco acerca de la enfermedad. Pero quería saber más y desde España trajo más material que incluía ejercicios de memoria y concentración utilizados 'para mantener las reservas cognitivas' de los pacientes. En su biblioteca reposan alrededor de 20 libros relacionados con la patología y también se apoya de las investigaciones que encuentre en internet.
Para ella y su familia 'fue complejo' enfrentarse a la enfermedad de su papá. Al principio, 'no querían contar' lo que sucedía ante los demás, pero luego lo hicieron ante la evidente pérdida de su memoria. Su lucha contra el Alzheimer y otras complicaciones de salud duró seis años. En 2007 Eduardo falleció.
'A él le dio una isquemia cerebral y quedó en silla de ruedas. Duró seis meses después de esto. Se fue apagando poco a poco. (...) Antes de morir yo me acosté con él en la cama, me cogió el dedito y me dio un besito, así se despidió. Yo decía que la enfermedad puede acabar con todo menos con el amor'.
La bogotana dice que no solo fue 'un proceso duro' para su padre como paciente, sino también para su familia como cuidadores. Desde su experiencia considera que 'aún falta mucho por trabajar' más allá de los centros especializados que cuidan y estimulan la memoria de los pacientes.
'Es una enfermedad que va dañando tu actividad mental, que te va convirtiendo en una persona completamente dependiente de otros con el tiempo (...) Es doloroso ver que la persona que quieres, con la que has vivido toda la vida, no se acuerde de quién eres tú y te lo pregunte a cada rato'.