Tener espacios donde solo con nuestra presencia se encienda la luz o con la voz indiquemos a un sistema que programe la música que queremos oír y que suba las persianas de las ventanas no es una visión futurista. Hoy día es posible conseguirlos a través de la Inteligencia Artificial (IA).
El arquitecto Ricardo De Castro manifiesta que el auge de este tipo de tecnología en el hogar ha ido en incremento. Agrega que la ventaja de incluirla conlleva —por ejemplo— a reducir el consumo de energía por medio de sensores que miden la temperatura o mediante los sistemas de automatización que pueden controlar cortinas para que bajen a una cierta hora y eviten la incidencia solar.
'Hay muchos sistemas que se pueden adaptar en las casas, desde los sencillos hasta otros que son más avanzados. Es decir, se pueden conseguir bombillos que traen el sistema incorporado para ser manejados desde el teléfono o adquirir el sistema Alexa, que es controlado por voz. Este último se conecta con otros sistemas de automatización, enlazando la suichería, los bombillos y el sistema de regulación de temperatura de la casa, entre otros. También existen compañías privadas que ofrecen sistemas que controlan, además de la temperatura y el sonido, el movimiento interno del hogar'.
Explica que para adaptarlo en cualquier hogar se requiere de una excelente conexión de Internet y de dinero. Aun así rescata que existen muchos que son accesibles y que permiten 'controlar la casa de forma sencilla'. Rescata aquellos que contienen sensores que permiten apagar o encender la luz al ingresar a un espacio, reduciendo el consumo de energía y beneficiando al medio ambiente.
'Incorporar la IA en casa impulsa esa tendencia de hacer las cosas bien, de incluir la tecnología de buena manera en nuestras vidas, apostándole a lo sostenible (...) Es importante informarse y mantenerse al día de los productos que existen para el consumo del hogar, que sean ideales para nuestro clima'.
Soledad Martínez Aparicio, CEO de la casa de diseño Home Delights, explica que este tema ha llevado a que lo que se quiera controlar se le ponga un dispositivo inalámbrico que conecte —por ejemplo— a la luz, al aire y a la televisión, teniendo así la oportunidad de gestionarlos remotamente o dejando escenas configuradas para que el sistema realice rutinas.
'Esto permite que cuando no estemos en casa se prendan las luces a una hora y se apaguen en un momento determinado. Ahora, si llegase a haber una intrusión en casa esta tecnología puede desatar algunas escenas de pánico como las luces encendidas espontáneamente, la reproducción de sonidos de perros o, incluso, de balas'.
Aparicio recomienda que 'lo que se desee integrar al sistema inteligente se le conecte un módulo inalámbrico diferente' hasta cubrir las necesidades de cada persona. Resalta que un espacio inteligente le da un toque de modernidad y tecnología al hogar, sin afectar su diseño. Es así como los equipos que se instalan pueden ser ocultados o hacer juego con la decoración que se tenga.
Rescata que siempre se deberá analizar la tecnología inalámbrica para que vaya acorde al tamaño de la casa, pues la idea es que se dé el 'alcance correcto', con el fin de evitar los molestos percances que van desde 'no alcanza la señal' o 'se desconfiguró el sistema porque se fue la luz'.
'En todo esto también entra en juego el tema de seguridad electrónica, por eso todos debemos estar preparados para proteger muy bien los sistemas conectados al Internet que estarán instalados en casa'.