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Frank Cuesta, reconocido por años como un defensor de la fauna salvaje, ha confesado públicamente que gran parte de su identidad mediática ha sido una elaborada construcción. A través de un video publicado en su canal de YouTube en mayo de 2025, el influencer admitió: “No tengo cáncer. No soy veterinario. No soy herpetólogo. Nunca he rescatado animales. Todo ha sido un show”.

La revelación ha sorprendido a millones de seguidores que durante años admiraron su aparente valentía en rescates de animales, su conocimiento sobre especies exóticas y su activismo contra el tráfico de fauna. Cuesta aclaró que, aunque sí padece una condición de salud seria llamada mielodisplasia, exageró su gravedad haciéndola pasar por cáncer terminal.

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“Me creé un personaje porque creía que era la única forma de hacer llegar un mensaje”, explicó. “Me dejé llevar por lo que la gente quería ver”, confesó.

Su hijo, conocido como Zape, publicó un video asegurando que su padre había sido forzado a leer un guion preparado.

“Me da muchísima pena tener que escuchar a mi padre forzado a leer un guion diciendo que nunca tuvo cáncer (...) Forzado a decir que abusa de los animales cuando llevo toda la vida cuidando y liberando animales con él”, expresó el hijo de Frank Cuesta, quien además señaló que él y su familia llevan meses siendo objeto de amenazas.

Esta revelación después de su detención en Tailandia por posesión ilegal de animales salvajes y la filtración de audios comprometedores sobre sus prácticas con animales. Para muchos, estas señales ya anticipaban un desenlace problemático para la figura del influencer.

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Mientras algunos seguidores han optado por “perdonarlo”, reconociendo su contribución a la concientización sobre el maltrato animal, otros lo califican de “manipulador” cuyas mentiras perjudican a quienes luchan legítimamente por causas similares.