Lo que parecía ser una simple expresión de afecto, motivada por una tendencia viral en redes sociales, se transformó en el origen de una discusión que rápidamente escaló, cuando un joven recibió de su pareja una ilustración de ambos generada por inteligencia artificial que, lejos de causarle ternura, la imagen despertó en él una sospecha.
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La imagen los retrataba a ambos muy felices con la estética característica de los estudios Ghibli; sin embargo, de acuerdo con el joven, la escena no coincidía con ningún recuerdo que tuviese de ellos juntos. Además, tras observarla con detenimiento, creyó notar elementos que lo hicieron dudar.
En un mensaje posterior, expresó su inquietud directamente: “¿Tu ChatGPT me hizo cuernos? Evidentemente, sabe cosas que yo no”.
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Aunque la novia trató de explicar que se trataba de un error de la herramienta, la respuesta no bastó para disipar las dudas. La imagen, en lugar de reforzar el vínculo, sembró desconfianza entre ellos.
¿Cómo descubrió la infidelidad?
Decidido a aclarar la situación, el joven se presentó sin previo aviso en el departamento de su novia. Lo que encontró allí incrementó sus sospechas: el baño mostraba señales de haber sido usado recientemente, la cama estaba sin tender y un espejo aún conservaba rastros de humedad. En su relato, afirmó que estos detalles le indicaban que alguien más había estado allí.
“Si tuviera que apostar, diría que estuviste con un tipo, te fuiste, esa persona se bañó y justo le avisaste que yo estaba llegando para que se escondiera”, aseguró.
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La joven, sin embargo, lo acusó de estar siendo paranoico y lo invitó a revisar el lugar si deseaba hacerlo.
Antes de que pudiera hacerlo, se activó la alarma de incendios del edificio, lo que obligó a evacuar el inmueble y puso fin a la confrontación.
La reacción de los internautas
La historia fue compartida posteriormente en redes sociales, donde acumuló miles de comentarios.
Algunas personas respaldaron al joven y consideraron que sus sospechas eran razonables. Otros, en cambio, cuestionaron las conclusiones a las que llegó basándose en detalles circunstanciales.
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Comentarios como “Lo del espejo empañado es una prueba irrefutable” o “No eran pruebas contundentes, si no hay cuerpo no hay delito” reflejan la polarización que generó el caso.
En medio del revuelo, la novia anunció que se retiraría por unos días a casa de sus padres, argumentando que su pareja necesitaba “recapacitar”.
Un fenómeno digital con implicaciones reales
El auge de las ilustraciones creadas con inteligencia artificial al estilo de estudios de animación populares como Pixar o Ghibli ha captado la atención de millones de personas en redes sociales.
Herramientas como ChatGPT y generadores de imágenes integrados han permitido a usuarios crear versiones animadas de sí mismos y de sus seres queridos.
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Sin embargo, este episodio, y varios otros que también se han viralizado de manera internacional, demuestran cómo incluso una tendencia aparentemente inofensiva puede adquirir otros matices en la vida real.
La IA, al replicar o inventar escenarios con alta carga emocional, puede provocar reacciones inesperadas, especialmente cuando se inserta en contextos marcados por la desconfianza.