Existe mucha ilusión y efervescencia en la ciudad con esta nueva final, la número 13 en los torneos cortos. Es el segundo equipo con más finales.
La ceremonia, incluso sin Machado, fue la vitrina que visibilizó la fragilidad de la tiranía y reconoció el valor de quienes mantienen viva la lucha democrática.
Este filicidio confirma vacíos institucionales sobre custodia, protección y análisis de riesgo, pero también indolencia de quienes normalizan los malos tratos.
Avanza el andamiaje democrático que permitirá tener, ojalá, un poder legislativo de contrapeso, deliberativo, independiente, trabajador y transparente.