En un cuarto de una vivienda, convertida en oficina de 3,5 metros cuadrados, en el norte de Barranquilla, Hayeth Askar y Alejandro Espejo, propietarios de la marca Bendito Arroz, se muestran dichosos, sonrientes. Dos escritorios, tres computadores, paredes y pisos blancos, escasos papeles en ambos escritorios y dos empleados hacen que el ambiente de la pequeña organización sea cálido y próximo. Todos están concentrados en sus labores, hacen llamadas por teléfono mientras los esposos Espejo y Askar trabajan en la última puntada para cumplir con los requisitos del cierre de una negociación que permitió que cuatro inversionistas colombianos adquieran el 45% de la empresa.
'Nos dicen que le cedimos mucho, pero realmente nosotros lo que hicimos fue comprarlos', destaca Hayeth Askar.
La negociación no se hizo a través de un fondo de inversión, tampoco a través de una entidad nacional aceleradora o con capital semilla. Se hizo en un programa de televisión del canal internacional Sony: Shark Tank Colombia: Negociando con Tiburones, al que se inscribieron un buen número de emprendimientos del país y menos de 50 alcanzaron las negociaciones con los potenciales compradores.
'Nos presentamos con una oferta de ceder el 9% para lograr una inversión de $140 millones. Y al final en la negociación se cedió mucho, porque participaron varios inversionistas. Para ellos no era atractivo adquirir menos del 10%. Por eso se negoció, nosotros mantenemos el 55% de la compañía', explica el ingeniero Alejandro Espejo.