Hace tres años en uno de sus viajes a Europa, el empresario Alfredo Tapia Rizzo vio en un almacén de Barcelona, España un empaque de piñas que exhibía una señalización: transportado por avión desde Costa Rica. La imagen se fijó en su mente y reconoce que, en un diálogo interior, se dijo: 'Yo también traeré algún día mis piñas'.
Ese sueño se hizo realidad la noche del pasado jueves 23 de febrero en el aeropuerto de carga del Ernesto Cortissoz en Soledad (Atlántico) cuando su empresa, Montes de María Agrícola (nombre comercial) con domicilio en Barranquilla, envió las primeras 4 toneladas a Bogotá. En la capital tras cumplir requisitos ante las autoridades de control nacional la carga pasó a Madrid, España y después al destino final París (Francia). 'Este martes algún parisino comerá piña fresca cultivada y sacada hace unos cinco días de los Montes de María, Bolívar', destaca Tapia Rizzo.
La piña Gold, híbrido MD2 oro miel, que es su referencia técnica, se cultiva en más de 100 hectáreas en lo que se conoce como 'Rancho Paraíso' en el corregimiento de San José del Playón en Marialabaja (Bolívar). Estos territorios están rodeados de unas 1.300 hectáreas de espejo de agua que conforman la represa del Playón y alimenta a unas 8.000 hectáreas, donde se cultivan en su mayoría palma africana y un menor porcentaje arroz por campesinos de la zona.