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Se ha vuelto habitual escuchar entre quienes viajan a Europa y toman una taza de café colombiano en el continente, que 'allá sí es bueno'. Bueno por su sabor, bueno por su presentación y bueno también por el precio, que denota el valor de nuestra tierra, un reconocimiento que ahora cuenta con un nuevo sello Caribe.

Camilo Fernández, Juan Medina y Alejandro Franco son tres emprendedores barranquilleros que en 2016 pusieron en marcha el sueño de crear un proyecto que fuera más allá de vender café colombiano, que tuviera innovación y proyección. Que fuera bueno. Fue, entonces, cuando constituyeron Kaffe Bueno.

Estos jóvenes, que cursaron sus carreras en Londres, compartían gran parte de su tiempo con compañeros escandinavos tomando café. No obstante, según Alejandro 'siempre estuvimos conscientes del mundo del café y de todo lo que estaba detrás'. Durante esos meses, un profesor del área de Emprendimiento, que además era un inversionista sudafricano, se interesó en su producto. Pensaron, entonces, que 'si este señor le ve valor, podemos hacerlo sin él'.

Visitaron Colombia, recogieron muestras de café, hablaron con caficultores, se capacitaron y fortalecieron la idea de crear un modelo circular, que aprovechara no solo el café sino su residuo. Ese proceso se desarrolló entre enero y junio de 2016.

Llegaron a Dinamarca en septiembre de 2016, listos para dar rienda suelta a todo lo que llevaban en mente. Iniciaron con un capital de 27.000 euros, 9.000 euros que aportó cada uno. Aplicaron a un programa para emprendedores en ese país, que nada más beneficiaba a 50 nuevos empresarios para patrocinar su visado, en el que Alejandro y Juan fueron favorecidos. Camilo ya contaba con pasaporte italiano, por nexos familiares. Vale la pena destacar que los pasos que han dado estos empresarios barranquilleros han contado con el respaldo del gobierno danés.