Hace tres años, en el marco de la entrega del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, expresó: 'Con Marx, Bolívar, Jesucristo y Chávez, ¿quién puede contra nosotros?'.
Ciertamente, eso es lo que también muchos se preguntan ante las cifras que el Gobierno del país vecino presenta en materia socioeconómica, y que a través de diversos canales de comunicación han quedado desvirtuadas.
Sin embargo, y trayendo a colación al propio Marx, en esta edición +negocios (+n) quiso revisar qué tan apegados están las propuestas marxistas al modelo venezolano actual, en aspectos fundamentales como el gasto público, la teoría de valor y precio, comercio internacional y la lucha de clases.
María Esperanza Cuenca, magíster Karl Marx escribió ‘El Capital’, un tratado de 3 tomos. Publicó el primero en Hamburgo, en 1.867. en Teoría y Política Económica de la Universidad Nacional de Colombia y docente de la cátedra de Pensamiento Económico en la Universidad del Norte, expresa como punto de partida que 'Marx no refleja todas las posiciones de los marxistas', ya que existen divisiones muy fuertes entre teóricos y prácticos.
'Los prácticos sí defendieron que había una lucha económica, política e ideológica, los teóricos jamás', menciona Cuenca Coral. Así las cosas, el modelo económico venezolano 'no refleja ninguna idea marxista'.
La docente considera que ello corresponde, más bien, a 'un tema de apropiación de unos medios de producción que nada tienen que ver con la lucha de clases, ni con la idea marxista original'.
En esa misma línea de pensamiento se encuentra Andrés Villadiego, economista e investigador, con altos estudios en el Instituto Técnico de Massachusetts y además venezolano y militante del Partido Socialista de Venezuela.
El columnista explica que 'aquí (en Venezuela) no se ha desarrollado un modelo socialista', pues 'lo que ha habido es una economía capitalista atrasada, dependiente de un solo producto, en conjunto con políticas populistas, algunas con matices clientelares, que utilizan las finanzas públicas para lograr el apoyo de diversos sectores de la población'.