El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, Guillermo Herrera, advirtió este jueves en rueda de prensa desde la sede del gremio en la capital del país que la suspensión por parte del Gobierno de nuevos subsidios de Mi Casa Ya es “la peor noticia económica que podemos tener para cerrar el año”.
Agregó en este sentido el directivo gremial: “En Camacol estimamos que unos 40.500 hogares de estratos uno y dos se van a quedar sin cobertura a la tasa, como quien dice colgados de la brocha, endeudados”.
Además, indicó en este sentido que el trámite presupuestal de los 50 mil subsidios de 2024 no se hizo y “este año son cerca de 20 mil hogares que deberán desistir del subsidio y para el próximo año serían otros 20 mil, y el presupuesto requerido para 2025 sería solo de $128 mil millones”.
Así mismo, puso de presente, con la decisión “a los hogares que pierden el beneficio se les incrementa el valor de la cuota mensual”.
A esto se añade, comenta Herrera, que “estamos un 39% por debajo de los niveles de comercialización de vivienda nueva en que estábamos en 2022, y esto es empleo”.
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También, señala, “esto va a tener un impacto territorial y va a dejar un impacto en la regiones donde se necesita generar empleo: a noviembre de 2024 Barranquilla, Soledad, Ibagué y Bogotá lanzaron más del 40% de vivienda VIP, es decir que para estos hogares el acceso a los beneficios es importante”.
Por ello, explicó, Camacol le envió una misiva al Gobierno para pedirle que garantice los recursos de las coberturas a la tasa: “Aunque estamos hablando de un escenario fiscal difícil, no es tan complicado buscar dentro del presupuesto el 0,025%”.
Describió además el jefe del gremio de la construcción que Mi Casa Ya ha sido el programa de subsidios de vivienda más exitoso en la historia de Colombia y es un programa ejemplo a nivel internacional.
“Ha sido tan exitoso que desde agosto de 2015 ha permitido que 360 mil familias de más de 200 municipios sean beneficiadas con $16,5 billones de inversión pública y $48,8 billones de inversión privada. El 80% de los compradores ganaban menos de dos salarios mínimos, los hogares que se beneficiaron tienen un 25% más de posibilidad de generar ingreso, menos 30% de encontrarse en pobreza monetaria y el 100% tiene acceso a los servicios públicos”, sostuvo.
Recordó el presidente de Camacol que el presidente Gustavo Petro decía el año pasado que estaban pensando en el Ejecutivo un plan de reactivación que permitiera construir vivienda nueva.
“Con el Gobierno veníamos trabajando en un plan de reactivación de la vivienda pero ese plan nunca llegó, y por el contrario estos últimos dos años las decisiones del Gobierno han afectado el desempeño de Mi Casa Ya, así que esto no es una cosa de ahora ni por la situación fiscal del país, viene desde 2022. El Gobierno ha fallado sistemáticamente en la programación presupuestal de las coberturas en el año en que corresponde asignar los recursos de Mi Casa Ya. Se disminuyeron los subsidios de 67 mil en 2022 a 50 mil en 2023, y en 2024 no gestionaron las 50 mil coberturas, solo 30 mil, y se anuncia que en 2025 se reduce a 25 mil”, sostuvo.
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Además Herrera indicó que en el PIB de edificaciones se han generado caídas en tres trimestres seguidos, lo que impacta también el empleo.
Precisó el directivo que “los hogares que al 16 de diciembre pasado el banco no les marcó la cobertura pierden el beneficio, las preasignaciones también se suspenden y nadie más puede solicitar que le entreguen su vivienda, hay buena noticia para los 10 mil hogares que les habían preasignado su cupo, pero las nuevas postulaciones también están suspendidas”.
Por último, describió el presidente de Camacol que el trámite de Mi Casa Ya tiene que cumplir unos 10 pasos: el primero es la postulación del servicio, luego está el cumple de los requisitos, la preasignación (que se suspende), la etapa solicitante, por asignar, la asignación, la escrituración, el desembolso del crédito, la marcación de la cobertura y el desembolso de la cuota inicial.
Las solicitudes del gremio al Ejecutivo son, fundamentalmente, la implementación de un régimen de transición, que Fonvivienda gestione los recursos necesarios para garantizar la continuidad de los subsidios y coberturas de los hogares que ya tienen compromisos adquiridos. Y, así mismo, la revisión de las secciones, la evaluación del impacto económico y social y que se busquen las alternativas que mantengan la estabilidad del programa y eviten una desaceleración en el mercado de vivienda VIS.
