Reguladores financieros de Estados Unidos anunciaron este viernes el cierre del banco Silicon Valley Bank (SVB) por falta de liquidez e insolvencia y anunciaron medidas para garantizar la protección de todos sus depósitos asegurados.
El Departamento de Protección Financiera de California, donde la entidad tiene su sede, explicó en un comunicado que tomó posesión de SVB y que transfirió a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, en inglés) la gestión de sus activos.
La FDIC, en otra nota, anunció que ha tomado medidas para proteger los depósitos y que todos los clientes con fondos asegurados tendrán pleno acceso a ellos como muy tarde el próximo lunes.
A quienes tengan depósitos no garantizados por las autoridades federales, la FDIC les pagarán en la próxima semana un dividendo y les entregarán un certificado por el resto de sus fondos, que se irán devolviendo a medida que se vendan los activos del banco.
La FDIC, que es el fondo que garantiza los depósitos bancarios en EE.UU., pide a los clientes de SVB que se pongan en contacto con ella en caso de tener cuentas con más de 250.000 dólares, el monto estándar asegurado en el país.
Las autoridades han creado además una entidad heredera de SVB que retomará las actividades del banco, como muy tarde el próximo lunes, para garantizar la atención a los clientes, el acceso a los fondos o el pago de cheques.
Según los datos de la FDIC, Silicon Valley Bank tenía 17 sucursales en los estados de California y Massachusetts y al cierre de 2022 tenía activos por valor de unos 209.000 millones de dólares y unos 175.400 millones en depósitos.
El banco, especializado en servir a empresas emergentes, anunció el miércoles que iba a buscar una ampliación de capital para tratar de hacer frente a sus dificultades financieras, que le habían llevado a deshacerse de inversiones por valor de unos 21.000 millones de dólares, con una pérdida de unos 1.800 millones.
Ese anuncio llevó a muchos clientes a retirar sus fondos y hundió la cotización bursátil de la compañía, que a su vez afectó al sector bancario en general, tanto en Estados Unidos como en otros países.
Wall Street, que hoy había abierto en rojo pero luego se había recuperado, volvió a caer con la noticia del cierre de SVB por parte de los reguladores.