Con el objetivo de atender a su clientela, desde antes de las 7:00 a.m., Miguel Barrios, de 75 años, organiza su puesto de venta de mangos y otras frutas que ha estado instalado en una de las esquinas de la vía principal de Puerto Colombia desde hace más de 20 años.
'Desde niño me he dedicado al negocio de las frutas. Inicié con la venta en Barranquilla, pero no me iba muy bien y decidí trasladarme a Puerto Colombia e instalarme en un punto donde la gente circulara con frecuencia', expresó.
A pesar de que la experiencia de Barrios en esta actividad empezó siendo muy joven, el hombre considera que su crecimiento económico ha evolucionado a paso lento por los continuos inconvenientes relacionados con la estabilidad de su capital.
'Mis ventas son inestables. Ahora, durante la temporada de festividades, las personas frecuentan mucho esta vía y estoy vendiendo más, pero no siempre es así. A veces tengo pérdidas, se me dañan las frutas y debo prestar dinero para volver a surtirme', agregó.