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'No sé por qué este mes la factura de energía eléctrica llegó más cara'. Esta es una queja que frecuentemente se escucha en conversaciones casuales entre familiares, amigos o compañeros de trabajo y que muchas veces es motivo de reclamo a las compañías prestadoras del servicio.

Son muchos los factores por los que puede aumentar el valor de la factura de energía, bien sea porque ha subido el valor del kilovatio o porque aumentó el consumo en el hogar.

Si bien el precio del kilovatio depende de componentes ajenos a los usuarios, el consumo sí puede controlarse en el hogar poniendo en práctica sencillas acciones que representan un ahorro de energía y de dinero.

Uno de los primeros aspectos que se deben tomar en cuenta es que cada electrodoméstico tiene un consumo diferente de energía.

Didier Ruiz, jefe de la unidad de educación a los clientes de EPM, explica que hay tres tipos de electrodomésticos: de alto, mediano y bajo consumo, esta clasificación está directamente relacionada con la potencia del equipo o el tiempo de uso.

Los electrodomésticos con mayor potencia son los que requieren de más energía para funcionar y generalmente trabajan con sistemas de resistencia. La empresa Air-e explica que, como su nombre lo indica, es un material resistente al paso de la corriente y por lo tanto se calienta hasta lograr altas temperaturas. Para llevar a cabo el calentamiento toma una cantidad de energía importante que eleva el consumo.

Entre estos equipos se encuentran el aire acondicionado, el horno microondas, la sanduchera, la plancha, la estufa eléctrica, los bombillos incandescentes, los secadores y planchas de cabello, entre otros.