Alarma en la cartera de la propiedad horizontal. Si bien la reactivación económica está acelerando la adquisición de vivienda nueva, la otra cara de la moneda es que los actuales propietarios están enfrentando un auténtico viacrucis financiero para poder sortear las deudas adquiridas, como es el caso de las cuotas de administración.
'Queremos incentivar a que el Gobierno mire el impacto económico que se está generando en la propiedad horizontal. Si el Gobierno está incentivando la compra a través de proyectos o financiamiento, también tiene que ayudar en la parte de impuestos para que la gente tenga un alivio económico. De lo contrario no se va a poder. La gente que pagaba antes de la pandemia ahora está morosa', advirtió Silvia Padilla Zárate, presidenta de la Lonja de Propiedad Horizontal seccional Atlántico.
Esta situación, según Padilla, se extiende hasta parques industriales, centros comerciales y edificios residenciales, los bienes que agrupa la categoría de propiedad horizontal.
'El Gobierno tiene que ayudarnos porque la propiedad horizontal forma parte de los proyectos que están ofreciendo pero el cliente al percatarse de que los edificios están quebrados nadie va a comprar. ¿Quién va a comprar en un edificio donde no se paga la administración y está lleno de morosos? Nadie. Hay que alarmarnos porque es como si viniera una bola de nieve y tanto la economía barranquillera y colombiana puede quedar muy golpeada', agregó la directiva gremial.
A su turno, Luis Mantilla, CEO de Fincalia, evidenció que esta problemática se extiende por todos los estratos socioeconómicos, ya que este impacto tiene un problema de fondo que afectó a todos por igual: la cuarentena por la pandemia de la Covid-19.
'El problema de la pandemia impactó de manera fuerte y complicó todos los procesos de la propiedad horizontal porque se notó una afectación en el flujo de caja y un incremento de la cartera vencida por la reducción de ingresos. Esto no solo pone en riesgo al edificio sino que también afecta a la economía de empresas de vigilancia, aseo y conserjería. Tiene un doble impacto', apuntó Mantilla.
Según explicó el ejecutivo, en las propiedades horizontales, como en los edificios residenciales, los gastos están programados por lo que al fallar en un mes de recaudo 'se tiene que buscar dinero para compensar, lo cual equivale a un mayor gasto'.
Añadió que esto eventualmente se estaría traduciendo en la infraestructura del edificio al no poder realizar labores de aseo y seguridad o mantenimientos preventivos sino correctivos.
Casos en Barranquilla
'La verdad es que los propietarios nos estamos viendo apretados con las cuotas de la administración porque la situación en esta nueva vida es diferente y nuestros ingresos no son los mismos', confesó preocupado Fuad Muvdi, integrante de un conjunto residencial de la capital del Atlántico.
Muvdi, quien posee un negocio dedicado al sector automotriz, señaló que 'desde que fue autorizado está trabajando', pero sus ingresos 'no son los mismos que antes de la pandemia' ya que las personas están priorizando sus gastos.
'Estoy recortando gastos para ponerme al día. Toca cancelar cosas que se tenían para solventar las problemáticas que se presentan, además de las otras responsabilidades. La cuota de administración es uno de los gastos que más se debe tener presente, al igual que el pago de los servicios', apuntó Muvdi.
Luis Mantilla señaló que en caso de uno de los edificios que él asesora, la cartera vencida se ubicaba en 10,15% en abril, mientras que para junio o julio llegó a ser del 50%.
'Empezamos a solucionar mediante acuerdos de pago, pero esos son acuerdos parciales de la operación dejada de pagar, es decir, aún hay un saldo importante por recibir a favor del edificio. Esto conllevó a que los mantenimientos importantes no se hayan realizado y ahora con las lluvias, la estructura está pidiendo realizar impermeabilización. Es un círculo vicioso', dijo Mantilla.
Según Silvia Padilla Zárate, en la actualidad la cartera vencida puede estar alrededor del 90%, cuando el año pasado rondaba el 60%.