Johana, lo siento, pero no vas más', dijo una voz masculina a través del auricular del teléfono celular de Johana Herazo en una breve y dolorosa llamada tan sólo 15 días después de haberse declarado la cuarentena nacional a finales de marzo por la pandemia de la Covid-19.
La soledeña de 32 años fue parte del corte de tres personas que la empresa dedicada a la importación de lubricantes realizó para 'mantener el equilibrio financiero' como consecuencia de la crisis económica desatada por el virus.
Herazo confesó que la decisión la tomó por sorpresa y que fue 'muy dura de asimilar', ya que romper una rutina y un vínculo laboral de la noche a la mañana 'no es fácil', mucho menos tras haber cumplido seis años en la firma y de 'sentirse parte de la familia'.
'Llevaba mucho tiempo con los compañeros, habían pasado muchos altibajos en la empresa, pero siempre estaba ahí, siempre te tenían en cuenta, siempre estabas de pie y de repente, de un momento a otro… Me dio muy duro. No hablé nada en mi casa, tratando de asimilarlo, luego le conté a mi mamá. La verdad no podía hacer nada por eso, fue la decisión de él y hay que respetarla', confesó Johana.
Con ojos acristalados por el cúmulo de lágrimas a punto de romper cual cascada y con una voz entrecortada, Johana se adentra a relatar sobre su 'nueva normalidad' en la cual lucha a diario con las divagaciones de su mente y con la aceptación de una difícil realidad.
'Hay días donde uno dice ‘voy a dormir un poco más, ¿para qué me voy a levantar?’, mientras que en otros me levanto con la mejor actitud de que tengo que hacer algo diferente. Soy muy unida a mi hermana y ver que ella se levanta para trabajar y cuenta cosas del trabajo... en sí es como muy duro no tener ese propósito. Hay días en los que me convenzo de que tengo que mirar con optimismo, no con lo que dejaste, sino con lo que viene', destacó la mercadóloga graduada del SENA.
Durante el lapso de tiempo desde que fue despedida hasta la fecha, Herazo dice haber enviado cientos de hojas de vida sin recibir una respuesta. 'He enviado por Computrabajo, con mis amistades y lo que me han dicho es ‘si sale algo yo te aviso’ o ‘espera a que pase esto’'.
Mercado laboral
Según datos del Departamento Administrativo Nacional (DANE), la tasa de desempleo femenino para el mes de julio fue de 26,2%, diez puntos porcentuales por encima de la masculina (16,2%), lo que, en palabras de la profesora Sandra Rodríguez, del Instituto de Estudios Económicos del Caribe (IEEC), 'ha sido un efecto directo del confinamiento', pese a que la situación laboral de la mujer en el país 'ya estaba en crisis antes de la pandemia'.
Al hacer el comparativo mensual la tasa de desempleo femenino se ha ido incrementando desde marzo, salvo una excepción. De esta manera, según el DANE, en marzo la tasa fue de 16,1%; en abril de 23,5%; en mayo de 25,4%, mientras que en junio fue de 24,9%.
Al realizar la comparativa trimestral se observa un crecimiento sostenido, según los datos ofrecidos por el organismo estadístico. De acuerdo con las cifras, la tasa trimestral de desempleo ha pasado de 13,9% para el período noviembre 2019 - enero 2020 hasta alcanzar un registro de 24,6% en el lapso abril-junio de 2020.
'Según estimaciones de ONU Mujeres, para 2021 por cada 100 hombres jóvenes que vivan en pobreza extrema habrá 118 mujeres; todo esto porque las mujeres asumen la mayor parte de la responsabilidad del cuidado de la familia, ganan menos, ahorran menos y tienen trabajos mucho menos seguros, todo lo cual se ha intensificado con la crisis del Covid-19', agregó la docente Rodríguez.
Para la académica, algunos de los sectores más afectados han sido servicios de alojamiento y alimentación, la manufactura y el comercio mayorista y minorista, dado que no son fácilmente adaptables para el trabajo a distancia, los cuales emplean de forma mayoritaria personal femenino.