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Luego de cuatro meses de haber sido despedido por motivo de la pandemia, Javier Castro pudo retirar sus cesantías y salir a flote de los compromisos financieros y de subsistencia que lo amenazaban a diario.

'El proceso fue bastante tedioso porque en el momento en que la compañía decidió retirarme estábamos en el proceso de inicio de la pandemia, por lo que todos los trámites se hicieron virtualmente, pero como estaba tan congestionado se presentaron muchas trabas', dijo Castro, de 37 años, quien después de varios intentos se vio en la necesidad de utilizar al contacto de un amigo que labora en la empresa Protección para agilizar el proceso.

Los ahorros acumulados durante los ocho meses de labores en la empresa minera en la que trabajaba y la liquidación se diluyeron en el lapso en el que la pandemia más golpeó a la ciudad.

'Pude sacar aproximadamente $2.200.000 en cesantías y las he tomado para saciar mis necesidades de alimento y de arriendos. Me ayudaron a solventar los problemas que tenía, por ejemplo, al arrendatario le pagaba en cómodas cuotas y no completo. Las cesantías me ayudaron bastante a resolver esa situación', confesó Castro.

¿Qué son las cesantías?

Carolina Camacho, socia del área laboral de la firma de abogados Posse Herrera Ruiz, señaló que las cesantías son una prestación social cuyo objeto es 'servir de sustento para el empleado que lamentablemente queda sin trabajo'. En los últimos años se han realizado modificaciones al estatuto original y se ha permitido que el empleado solicite retirarlas para adquirir o remodelar vivienda o para destinarla a educación.

Teniendo en cuenta esto, una de las primeras medidas empleadas por el Gobierno para mitigar el efecto de la crisis fue la promulgación del Decreto 488, en el que se permitió que los afiliados a los regímenes de administración de cesantías privados pudieran retirar parcialmente sus cesantías si sufrieron reducciones en sus ingresos por la coyuntura de la Covid-19.

Cifras

Según la Asociación Colombiana de Administradores de Fondos de Pensiones y Cesantías (Asofondos), el gremio que agrupa a los fondos privados, desde que comenzó la emergencia sanitaria a finales de marzo hasta julio se han retirado $1,05 billones por afiliados que perdieron su trabajo o quienes han visto reducidos sus ingresos.

De forma desagregada, Asofondos reportó que por concepto de terminación de contrato los trabajadores han utilizado $795,8 mil millones, mientras que bajo la nueva causal, disminución de ingresos, el monto retirado llegó a $255 mil millones.

Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, señaló que 'es en estas coyunturas cuando las cesantías muestran ser el mejor seguro de desempleo. Hablamos de más de $1 billón para cubrirse frente a las contingencias actuales'.

Con base en datos entregados por Asofondos, a la fecha, hay $15,5 billones disponibles para que sus afiliados accedan a dichos recursos.

'Yo no veo que las cesantías sean un alivio importante para el mercado laboral en general cuando en este país los índices de informalidad son del 40% en la población trabajadora. Pienso que ha sido una ayuda importante para los trabajadores que tenían una cultura del ahorro. En ese sentido considero que fue una gran ayuda para los trabajadores del sector turismo, quienes de lejos fueron los más afectados', precisó Carolina Camacho.

La experta agregó que los que más están sufriendo esta crisis son las personas informales y ellos 'no tienen cesantías'.

Forma de sobrevivir

Esmeralda Arteta fue una de las colombianas que la pandemia cesó su trabajo en la agencia de turismo en la que se empleaba hace seis meses. 'Lastimosamente yo trabajaba en el turismo y con todo esto es el sector que más se ha visto afectado... Me dieron mi liquidación y todo, pero se ha ido agotando'.

Para Esmeralda sus cesantías están marcadas con la etiqueta 'último recurso', pero además del despido laboral Arteta sufrió a principios de este mes un accidente de motocicleta producto de un intento de atraco mientras se desplazaba por la Avenida Circunvalar.

'Ahora con el accidente me veo en la obligación de reclamarlas', dijo.

A Miguel Ángel Ruiz, padre de familia, también lo despidieron de su empleo en un taller mecánico por motivo de la pandemia.

'En el trabajo me pagaron hasta mayo y me dijeron que estos meses siguientes no me pagarían, pero ahora me mandaron a decir que me despidieron', lamentó Ruiz, con un año y tres meses como encargado de lubricación.

'Usé el dinero para comer porque no podía hacer más nada, ya que no tenía más entrada que la del trabajo', agregó.