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Andrés Martínez alternaba sus estudios de economía en la Universidad del Atlántico y su trabajo como mesero en un restaurante ubicado en el norte de Barranquilla. 'Con lo que ganaba costeaba mis gastos de la universidad y también los personales', asegura.

Con el comienzo de la pandemia Andrés tuvo que dejar de trabajar ya que el restaurante cerró y ahora solo se dedica a sus clases virtuales desde su residencia. 'Espero que esto pase para poder comenzar a buscar trabajo', afirma.

De acuerdo con datos de la plataforma de empleo juvenil WorkUniversity, en Barranquilla y el Atlántico más de 22 mil jóvenes quedaron sin empleo debido a las restricciones por la pandemia.

Sebastián Obregón, director de WorkUniversity, explica que si bien es la cifra más alta de destrucción de empleos de jóvenes está por debajo del promedio nacional. Sin embargo, es superior en un 30% a la registrada al cierre de 2019.

En Barranquilla y su área metropolitana la tasa de desempleo juvenil en el trimestre marzo a mayo fue de 25,9%, la segunda más baja del país, mientras que la nacional (23 ciudades) fue de 30,1%, de acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

Para Obregón esto se puede considerar como algo positivo si hace un comparativo con otras ciudades.

'Los principales sectores que demandan talento joven han sido los más afectados en la pandemia como comercio y turismo. En este momento no hay una expectativa positiva y hay una incertidumbre que hace a los jóvenes replantearse varios aspectos', sostuvo.

A esto se suma que las ofertas de trabajo para este grupo de la población, entre abril y junio, también disminuyeron un 50% en la ciudad, explica un informe de WorkUniversity.

'Así mismo, preocupa el alto índice de informalidad que hay actualmente, el cual es del 56%, superior en 8,8 puntos porcentuales al promedio nacional (47,2%), cifras alarmantes si se tiene en cuenta que al menos el 60% de los jóvenes del departamento, entre 18 y 26 años, hacen parte de la informalidad', sostuvo Obregón.

Para el director de WorkUniversity otro factor que preocupa es la deserción estudiantil en la educación superior ya que la empleabilidad es clave en este punto, pues afecta la capacidad económica de los jóvenes y sus familias.

En el caso de los jóvenes que buscan un primer empleo también ha aumentado la dificultad para encontrarlo y es posible que esta sea una de las razones que los desalientan y dejan de buscar trabajo.

Fundesarrollo explica que durante el trimestre marzo a mayo de este año a nivel nacional la tasa global de participación (TGP) de la población juvenil fue del 48,1%, con una reducción de 8,1 puntos porcentuales frente al mismo periodo de 2019 (56,2%).

'En abril, las ofertas de oportunidades laborales para los jóvenes en el departamento cayeron un 40%; en mayo, 90%; pero en junio, con la apertura económica gradual y controlada, se fue activando el mercado y los anuncios de empleo presentaron una reducción del 20%', afirmó Obregón.

Señaló que la pandemia ha generado aumento del 20% en las ofertas relacionadas con el área de desarrollo tecnológico, digitalización de procesos, creación y actualización de páginas web. Esto confirma el interés de las organizaciones de apostar al marketing digital, el comercio electrónico y la transformación digital. La demanda de talento joven también se inclina por diseñadores gráficos, asesores comerciales y asistentes de mercadeo.