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'Antes solía venir al centro comercial casi todos los días porque era mi plan de diversión con mis hijos', confesó Olga Maestre, una madre de familia con dos niños pequeños, quien pese a vivir frente al centro comercial Viva, no volvió a pisarlo hasta ayer.

Maestre dice tener sentimientos encontrados por la reapertura. 'Si bien regreso con miedo y preocupación también me siento muy animada porque necesitamos salir de nuestro ambiente de encierro', dijo la madre de familia mientras se dirigía a sus diligencias.

A las 12:00 del mediodía los pasillos del centro comercial, propiedad del Grupo Éxito, solían lucir repletos de personas, situación que contrasta en demasía con los escasos clientes que transitaban ayer.

Si bien el centro comercial no cerró del todo sus puertas desde el principio del aislamiento preventivo, ya que en su interior funcionan 20 marcas exceptuadas, 'entre ayer y hoy', debido a los nuevos sectores autorizados, el tráfico se ha venido incrementando levemente. 'El cliente tiene la sensación de que puede venir y que somos seguros', dijo Jean Pierre Serrano, gerente de Viva Barranquilla.

Serrano visualiza que 'las cosas van a seguir estando igual', al menos en el corto plazo, y está convencido de que en ese lapso de tiempo las visitas a los centros comerciales serán puntuales. 'La nueva normalidad hará que la gente se acostumbre cada vez más a los protocolos de bioseguridad. Las personas pasarán por todas normas para comprar algo específico', puntualizó el gerente.

'Antes solía venir y estaba todo lleno, ahora hasta tengo que hacer filas para entrar. La gente lo terminará adaptando como cultura', mencionó Estéfani Chamorro, una estudiante universitaria que esperaba su turno para entrar al cajero electrónico.

En otro punto.

A Jimmy González, administrador del centro comercial Único se le puede notar su sonrisa de felicidad aunque el tapabocas la oculte.

'Hoy estamos emocionados y súper contentos; los locatarios también lo están por poder reencontrarse con sus clientes', dijo González.

'Nosotros siempre hemos sido bendecidos en nuestro aforo con una gran cantidad de personas. Al sol de hoy tenemos que adaptarnos al 30% que es muy duro', precisó. El aforo del centro comercial se encontraba en apenas un 8% del permitido sobre las 12:00 del mediodía.

Protocolos de bioseguridad

Conservando las diferencias entre los establecimientos, ambos centros comerciales manejan protocolos de seguridad muy similares. En cada entrada de los recintos se establecieron puertas para el ingreso y para la salida, donde el personal de seguridad toma la temperatura a los visitantes. En el caso del Viva también pasan frente a una cámara térmica para un segundo chequeo, mientras que en ambos se les invita a la zona de desinfección.

Para controlar el 30% del aforo ambos establecimientos cuentan con un sistema integrado de cámaras de conteo que reportan en tiempo real la capacidad.

Cada uno de los locales cuenta con sus propios protocolos avalados por la Alcaldía de Barranquilla.

Pegatinas con la capacidad máxima de personas dentro del local, según sus metros cuadrados, demarcaciones de ubicación en el suelo, conteo de visitantes, manual al interior de las tiendas, tapetes desinfectantes o lavado de manos son algunas de las nuevas disposiciones de las tiendas.

Tercera reapertura

El pasado domingo se ejecutó la tercera fase de la reapertura económica en Barranquilla marcada por el regreso formal de los centros comerciales de la ciudad, muchos de los cuales permanecieron abiertos al tener en su interior bancos, supermercados o droguerías.

Según datos de Fenalco, en la capital del Atlántico existen 53 centros comerciales registrados, pero hasta el momento sólo 31 han iniciado sus actividades desde el domingo previa autorización de los respectivos protocolos de bioseguridad por la Alcaldía de Barranquilla, confirmó a EL HERALDO Ricardo Plata, secretario de Desarrollo Económico.